LA VOZ, QUE CLAMA

 

 

 

 

 

ANTONIO SÁNCHEZ BREÑA

PSICÓLOGO CLÍNICO

 

 

 

 

 

 TOMO – I -

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Edición privada

 

“Ad instar manuscripti”

 

SALAMANCA – 2018 –

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

 

 

        Me siento en el más duro Desierto de mi vida, con el equipaje perdido en el camino, con el cuerpo enfermo y herido de gravedad, con el alma hecha un despojo y con el corazón, llama encendida, que aspira saciar un día esta sed, en la cumbre del Gólgota, con Aquel que murió de sed y de desprecios por mí.

 

 

 

        Como otro Juan, el Bautista, quiero vivir despertando luz, que ilumine a los ciegos y miopes; que haga pensar a los equivocados, que caminan por senderos oscuros y sin sentido; que tienen por objetivo y meta, fundamentalmente, el hacer lo que me pida el cuerpo, lo que me dicte el instinto más salvaje y loco, como prueba de libertad, maduración y progreso.

 

 

 

        Como prueba de mi sinceridad, quiero que el Señor y su madre, que es también la mía, me tomen como a su hijo más pequeño, el más caprichoso, el más niño-favela, el más débil, el  más enfermo y pobrín, el que más necesita del Padre-Dios y de todos los demás…

 

 

 

        Vengo a Ti, madre del amor, hecho ternura, para poner bajo tu manto todo lo que soy y tengo, todo lo que he hecho y escrito, con todas mis flaquezas y olvidos…

 

¡Tómame en tus manos y no me sueltes nunca!

 

        Con todo lo que he sido, con todo lo que soy o pueda ser en el corto futuro, que me espera, quisiera ser tu hijo dócil, atento a la vida interior de tus llamadas, ser tu hijo bueno, cuyo pensar, sentir y obrar sean hechos bajo el visto bueno de tu mirada…

 

 

 

        Quisiera ser, no una mediocridad, sino una excelencia, una actitud de superación diaria, una imitación lo más fiel posible al pensar y quehacer de Jesús, por tierras de Galilea.

 

        Que me sienta, ante todo, la voz del que vive y habita en mí, en el silencio de mi corazón; que esté al servicio de la voz, que grita en el Desierto; la voz de los que no tienen voz, ni papeles, ni alimentos, ni techo.

 

        Me gustaría escribir en este libro, lo mismo que te gustaría escribir a Ti, mi Padre del cielo, cada día; o a Ti, Jesús, cuando tengo que ver, visitar y consolar a los enfermos; o a Ti, Espíritu Santo, Señor y Dueño de mi alma, compañero entrañable de mis noches y mis días…

 

 

 

        Me encantaría ser el instrumento necesario, pero inútil, que, puesto en tus manos, pudiera ver que lo poco o mucho, que salga de mis manos, lo vea como salido de las tuyas y del amor infinito, que tienes por tus hijos, más sencillos e incultos.

 

 

 

-1-

 

 

 

¡ALÉGRATE, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!

 

 

 

        Hay tantas alegrías como destinos alcanzados, tanto gozo como seres o cosas poseídas, tanta satisfacción como deber bien cumplido, tanta paz como vivencia del Creador…

 

 

 

        ¿Por dónde van mis vivencias de la alegría?        ¿Se acercan al saludo del Ángel a María?

 

 

 

        Si la cimento en las cosas, creo una fuerte dependencia de las mismas.

 

 

 

        Si la cimiento en la posesión, no amo, no puedo estar alegre, pues voy por la línea del propio egoísmo.

 

 

 

        Si la pongo en el buen pasar de un rato, la convierto en un rato y yo necesito más…

 

 

 

        Si la pongo en el deber bien cumplido, voy a gozar de poca alegría, pues la meta no se consigue muy frecuentemente.

 

 

 

        Sólo cuando la alegría la pongo en la cercanía y presencia de la persona que amo, mi esposa, mis hijos, amigos, mi Dios, sólo entonces mi alegría no se apaga, ni me cansa, mi alegría es profunda, duradera, entrañable y única.

 

¿Cómo fomentarla?:

 

        Aumentando la presencia de las personas que ocupan mi corazón, mi amor y sobre todo el gran amor, el amor de mi vida, mi sol y mi cielo, mi todo, al que me he entregado del todo.

 

        Ya cuando les pienso, les imagino presentes, muy cerca de mí, en mi entorno o dentro de mí, el corazón despierta, se remueve y tiembla de gozo y gratitud…

 

        También, en el plano sobre-natural, cuando me siento invadido, penetrado, lleno del Espíritu Santo, encarnando la divinidad Cristo y la esencia misma del Padre, como mi Creador y Señor, fundido todo en él, me gozo y alabo su plan eterno de hacerme participar de su misma esencia, con mi filiación divina y disfrutar de aquella dicha y alegría, que desde toda la eternidad han tenido las tres divinas Personas.

 

        Y esta presencia de Dios, que es puro don divino, la tengo en mis manos, si sé administrarme los tiempos y los ratos largos de oración. La oración, como encuentro, lo primero en mi vida…

 

        Dios quiere llenarme de gozo, que viva feliz por dentro, disfrutando de sus dones y presencia.

 

        Sólo necesito vivirlo, caer en la cuenta, que soy su centro afectivo, su gran amor, el gran corazón que me persigue, como un enamorado…

 

¡Ya que, para ser feliz, necesito sentirme amado!

 

-2-

 

 

 

PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR

 

 

 

        Desde la extrema humildad, desde la nada existencial, desde la suma pobreza de criatura, se levanta el alma grande de María y proclama la grandeza del Señor, porque hizo en élla cosas grandes.

 

        Sólo es grande el hombre, cuando contempla a Dios desde su nada, desde su puesto último de creatura, dependiente en todo de su Creador, ya que la existencia personal de cada uno no es más que una continua creación…

 

 

 

        María se pone en su sitio, en bajeza y humillación total, y desde esta bajura contempla lo que Dios ha hecho… La grandeza de su obra…

 

 

 

        El orgullo, el aparecer, el ser tenido en cuenta, ser reconocido, valorado como inteligente o como buena persona son escollos, que hacen tropezar a nuestra humildad, nuestra verdad existencial, para no poder ver a Dios en su grandeza, como lo vio la Virgen.

 

 

 

        No subirme de puesto, no ceder a la vanidad y menos a la soberbia, ocupar la dignidad, que me corresponda, sin salirme, verme como el último de todos, si Dios me hubiera dejado de su mano.

 

        Proclamo la grandeza del poder de Dios y de su santo brazo, en mi vida, de los muchos peligros, que me ha sacado, de la salud que me dotó, desde mi nacimiento…

 

        Hasta los 80 años, no tuve ni una simple gripe desde los 15, que tuve la última en el Colegio de Carrión.

 

        Luego, he tenido tres cánceres en muy pocos años y de todos me sacó el Señor.

 

        Hoy sólo me queda por acabar con una Quimioterapia para el cáncer último de pulmón, que ya está vencido, pero que sigue coleando. Sí está vencido y superado…

 

        ¡Cuántas gracias tengo, en deuda, con Dios, tantas que no tengo ya años para cumplirlas debidamente!

 

        Sin embargo, hoy me queda, como resumen de mi trato con Dios, una sola oración, la oración de todas las horas: La de darle Gracias, muchas gracias, gracias infinitas por los bienes y beneficios recibidos y, sobre todo, por todos los bienes, que en su corazón me tiene reservados para disfrutarlos con Él en su casa del Cielo.

 

 

 

        Lo mejor está por llegar: Sus besos, sus abrazos, su compartir como Dios de todo lo que es y puede, compartirlo todo con sus hijos, sus amigos, sus elegidos, con aquellos que saben, que su corazón  es el mejor abrazo, que Dios hizo y creó para aquellos, que Él quiso para sí.

 

-3-

 

 

 

EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS

 

 

 

        Siempre estuve preocupado por los dos planos en que vive el hombre: El natural y el sobrenatural, porque había que esperar mucho…

 

        Porque había oído que iban paralelos, uno sobre el otro… El sobrenatural, como el más importante, sobre el natural.

 

   Hoy he comprendido, en la víspera de la Navidad del 2017, que estos dos planos, cada día y desde hace dos mil años y pico, se cruzan, se mezclan y se pueden vivir en un solo plano, el sobrenatural. Ya todo lo podemos convertir en uno.

 

        A través de la encarnación, de la concepción y nacimiento del Hijo de Dios, Él, Emmanuel, el Dios con nosotros, hace dos mil años, lo vivió por primera vez en su propia carne.

 

        Por primera vez la línea del plano sobrenatural del Verbo, del Hijo y de la segunda persona de la Santísima Trinidad se rompió y se cruzó y Dios entró en nuestro plano humano, se ha hecho niño sin dejar de ser Dios.

 

        Desde el momento en que Dios se hace hombre, entra en nuestro plano natural y se convierte en el Dios Padre, Hermano y tan cercano al hombre que se convierte en El Emmanuel, el Dios con nosotros.

 

        Pero lo grande del hombre, de su gran dignidad, a pesar de ser contingente y necesitado hasta de su misma existencia, el hombre en la Eucaristía de todas las mañanas, no ve, pero sí siente, como Dios mismo baja del Cielo a la Tierra y toma de nuevo cuerpo y sangre en las formas de pan y vino, se encarna de nuevo, para estar más cerca de nosotros, se hace de nuevo, El Emmanuel, rompiendo para siempre las barreras del más allá.

 

        ¡Qué alegría poder celebrar este año 2017, la Navidad, como una invasión del Espíritu, que rompe barreras, bajando del plano trascendente a tocar  nuestra realidad y poder sentir al mismo Dios, en figura de un niño recién nacido, como la realidad más importante y trascendente del más allá!

 

        Ya no necesito romper la frontera de la muerte, para llegar a la vida, ni haber pasado de esta vida para disfrutar del Cielo, no necesito el “Lumen gloriae”, para sentir a Dios en mi vida y sobre todo en mi corazón.

 

        El mismo Dios que vive y reina en el Cielo, no es visible para nuestros ojos, pero se hace y se siente presente a los ojos de la fe.…

 

        Dios está con nosotros, es nuestro Emmanuel, el Dios cercano, presente (y tocable en la Eucaristía) y sentido por nuestra fe en el discurrir diario de nuestros días.

 

        ¡En Navidad los dos planos se han cruzado!

 

-4-

 

 

 

 

 

ANTE EL PORTAL DE BELÉN

 

 

 

        Este año, todo ha sido distinto… Ante el portal no he sentido nada, porque lo viví y vivencié desde otro ángulo y otra manera.

 

        Después de la misa de nochebuena, me quedé sentado… solo… ante el pesebre.

 

 

 

        Aquel establo, mejor dicho, aquella cuadra de animales sueltos y salvajes, me pareció el nivel más bajo en que había visto recostado al Hijo de Dios.

 

        La humillación, el sopapo, que Belén, en nombre de la Humanidad, había dado a la Virgen y a San José, aquella tarde no tenía ni tiene nombre.

 

        Y Dios, en su Hijo, se calla y no dice ni mu…

 

 

 

        El niño nace y aparece en figura humana, como un niño necesitado de todo, débil hasta el extremo, indefenso, tiritando, a pesar de los millones de soles, que creó para darnos luz.

 

        Tiene, al menos, forma y figura de hombre, se mueve, tiene vida, aunque sea sólo humana.

 

        Pero es que yo, hace solo unos minutos, le he recibido, le he comido y bebido, en forma de

 

pan y de vino, como cosa inerte, muerta, sin los valores más elementales de la vida de un niño, sin chillar, ni llorar, sin poder mirar, porque le falta todo, hasta los ojos…

 

        No puede oír, porque no tiene oídos, no puede tocar ni andar, porque no tiene pies, no puede ni moverse, porque ha caído tan bajo, que sin poder detener la caída, ha llegado al abismo más profundo y olvidado, que pudo inventar el hombre. Por esto, para mí esta nochebuena ha sido de sorpresa, de contrastes y de abismos…

 

        Dios convertido, no en un niño, sino en una simple cosa inanimada… ¡Dios: Simple cosa!

 

        Cada vez admiro más el amor inmenso, infinito del Corazón de Dios, amando a sus hijos más pequeños, ignorantes y débiles.

 

        La encarnación en el vientre de la Virgen, haciéndose hombre, fue algo inaudito para muchos siglos y sabios, pero hacerse pan y vino para ser alimento compartido, todos los días, sin excluir a nadie de la mesa, esto no tiene nombre.

 

        Grande es la Nochebuena, porque el Emmanuel, el Dios con nosotros, rompió y rompe cada mañana, las distancia entre el Cielo y la Tierra, pero mucho más grande, casi de locura de amor, es la noche del Jueves Santo, en que el Señor inventa la Eucaristía para darse del todo y servir, desde el puesto más bajo, imaginable, a lo más querido de toda la Creación, sus hijos y desde entonces, por los siglos de los siglos…

 

-5-

 

 

 

LA KALENDA O PREGÓN PASCUAL DE NAVIDAD

 

 

 

Octavo de las Kalendas de enero; luna octava.

 

 

 

        “Transcurridos innumerables siglos desde la creación del mundo, cuando en el principio Dios creó el cielo y la tierra, y formó al hombre a imagen suya…

 

        Después de muchos siglos desde entonces,

 

después del Diluvio, en que el Altísimo pusiera su arco en las nubes, como signo de alianza y de paz…

 

        Veintiún siglos después de la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de Ur de los Caldeos…

 

        Trece siglos después de la salida del pueblo de Israel de Egipto, bajo la guía de Moisés…

 

        Cerca de mil años después de la unción de David como rey…

 

        En la semana sexagésima quinta según la profecía de Daniel…

 

        En la Olimpíada ciento noventa y cuatro…

 

        El año setecientos cincuenta y dos de la fundación de ROMA…

 

        El año cuarenta y dos del imperio de César Octavio Augusto, estando todo el orbe en paz:         Jesucristo, eterno Dios e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar el mundo con su piadosísima venida, del Espíritu Santo concebido,

 

nueve meses después de su concepción:

 

en Belén de Judea nace, de María Virgen, hecho hombre.

 

 Natividad de nuestro Señor Jesucristo según la carne”.                COMENTARIO

 

        Nadie tiene raíces tan hondas ni árbol genealógico más alto y primitivo, que el Hijo de Dios, hecho hombre.

 

        Impresiona cómo se mencionan los datos históricos, más gordos, los miles y millones de años, desde la Creación del mundo, hasta los días de Jesús…

 

        Uno siente, como en una noche oscura, la altura de los Andes y el abismo de las Bermudas.

 

        Dios en su oscuridad es grandioso, en su ocultamiento casi total, el más grande y poderoso de todos los Reyes y Presidentes de la Tierra.

 

        Él, desde el olvido y desprecio de los poderosos, es quien dirige la Historia, el destino de las naciones, de los pueblos y de cada uno de nosotros…

 

        Él viene a buscar lo perdido, a limpiar y reparar lo manchado, a salvar a su pueblo, a sus hijos, a toda la Humanidad, en gesto de nueva creación, donde serán todos salvos, si así lo quiere cada uno. ¡Dios es el buen Pastor, que viene a buscar la oveja perdida!

 

 

 

-6-

 

 

 

EVA ANTE EL PESEBRE

 

 

 

Era Belén y era Nochebuena la noche.

 

Apenas si la puerta crujiera cuando entrara. Era una mujer seca, harapienta y oscura con la frente de arrugas y la espalda curvada.

 

        Venía sucia de barro, de polvo de caminos. La iluminó la luna, y no tenía sombra. Tembló María al verla; la mula no, ni el buey, rumiando paja y heno igual que si tal cosa. Tenía los cabellos largos color ceniza, color de mucho tiempo, color de viento antiguo.

 

        En sus ojos se abría la primera mirada, y cada paso era tan lento como un siglo. Temió María al verla acercarse a la cuna. En sus manos de tierra, ¡oh Dios!, ¿qué llevaría…? Se dobló sobre el Niño, lloró infinitamente y le ofreció la cosa que llevaba escondida. La Virgen, asombrada, la vio al fin levantarse. ¡Era una mujer bella, esbelta y luminosa! El Niño la miraba. También la mula. El buey mirábale y rumiaba igual que si tal cosa.

 

Era en Belén y era Nochebuena la noche. Apenas si la puerta crujió cuando se iba.

 

        María al conocerla gritó y la llamó: « ¡Madre!» - Eva miró a la Virgen y la llamó: « ¡Bendita!».

 

        ¡Qué clamor, qué alborozo por la piedra y la estrella!

 

        Afuera aún era pura, dura la nieve y fría.

 

Dentro, al fin, Dios dormido sonreía teniendo,

 

entre sus dedos niños, la manzana mordida.

 

Bajado de Internet de Antonio Murciano.

 

 

 

VIVENCIA

 

        Puede ser un sueño, algo que creó la fantasía, pero también el corazón de Dios…

 

        Pisa Dios la Tierra y la primera visita seria, que hace, es con el origen de todo pecado, con la pecadora del Paraíso, con la madre pecadora de toda la Humanidad. Yo la comprendo y perdono…

 

        El Niño-Dios la oye, la comprende, la acoge y la perdona, le quita la manzana mordida, que él transformará en el árbol de la vida…

 

        La Virgen tampoco la rechaza, la llama madre y Eva la reconoce como la “bendita entre todas la mujeres”…

 

        Lo que un día se rompió en el Paraíso, hoy se arregla, se recompone y cose con el amor infinito de un Dios que inventó lo de hacerse hombre, para morir por nuestros pecados.

 

        Coge la manzana mordida y la quema para siempre, en el amor infinito, clavado en el Cruz.

 

        Desde aquel día, Eva y María se convierten para nosotros en la misma madre, que nos dieron el ser y la gracia en Jesucristo, para poder ser, un día, hijos de Dios y salvados.        

 

    Como Eva, cada día, tenemos la oportunidad se salir renovados y salvos de la presencia de Dios…

 

-7-

 

 

 

LA FAMILIA, TALLER DE HOMBRES

 

 

 

        La institución de la familia no es de la Iglesia ni de la sociedad moderna, su origen alcanza a los tiempos de la misma creación del hombre. Y es que la familia lleva en sus mismas entrañas las mismas leyes y tendencias de la Naturaleza del hombre.

 

        Hoy se habla mucho de crisis y caos en la familia, porque han saltado hechos añicos sus ejes principales: El amor, el compromiso y la fidelidad. El mismo amor, que es la esencia de toda relación seria, duradera y sincera, hoy se vive como algo relativo, sujeto al capricho y gusto de lo que me pida el cuerpo.

 

        El pensamiento relativista es la gangrena y cicuta de nuestra sociedad. Todo se vive como relativo e incierto, poniendo como eje de la conducta la Ley del placer inmediato y del capricho del gusto, sin control.

 

        La mente, la idea o el pensamiento de la buena educación, del respeto, la ley del esfuerzo, para superar y alcanzar nuevas metas, el placer de encontrar un nuevo conocimiento, es algo trasnochado y propio de tiempos prehistóricos.

 

        El hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, está hecho y orientado al amor, como Dios que es Amor. Y el amor es entrega y olvido de sí mismo, sobre todo.

 

        Cuando uno se casa, se compromete a amar y a ser fiel a su pareja y a querer más a sus hijos, que a sí mismo. No se lo dice, pero lo hace…

 

        La paternidad o maternidad son el gran invento de Dios, para que el hombre y la mujer, en el taller de la familia, aprendan en nueve meses a amar de verdad: Amar y sacrificarse con más ahínco por los hijos, que por sí mismos. A querer más al otro que a sí mismo… Pedagogía de Dios.

 

        Es el gran milagro del amor, que sólo conocen vivencialmente los padres y que debemos a la misma Naturaleza, creada por Dios.

 

        Familia, niño, que nace en la familia, que se desarrolla y madura en ella, pequeña escuela de socialización, donde aprende a ser un hombre social y amigo de los demás, sociedad, como unión de familias unidas, pueblo, lengua, cultura nación, bloques de naciones, continentes… Todo son gajos que tienen su origen y manantial en el seno de la familia.

 

        ¿Por qué la Iglesia se preocupa por la familia? ¿Por qué le dedica hoy una fiesta? ¿Por qué le duele que la familia se esté desintegrando?

 

        Porque siempre fue preocupación máxima de la Iglesia el hombre, su destino y felicidad y hoy lo es la familia, porque en su seno nace, crece y se forma el hombre del mañana, como lo fue en otras generaciones, menos egoístas y más sanas.

 

-8-

 

 

 

 

 

SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS…

 

 

 

        No perderías el tiempo, buscándome, donde no estoy.

 

 

 

        Si conocieras el don de Dios, verías cómo me atacan, los que no son de los nuestros.

 

        Si conocieras el don de Dios, hablarías menos y confiarías más en mi palabra, que es palabra de contradicción para el mundo.

 

 

 

        Si conocieras el don de Dios, estarías más convencido, que seguirme es ir contra corriente, dando la cara por el Evangelio y no por las reglas del mundo.

 

 

 

        Si conocieras el don de Dios, aprovecharías mejor el tiempo, para estar a mi lado, donde te espero constantemente, noche y día.

 

        Si conocieras el don de Dios, sabrías mejor dónde están los valores del hombre y de la vida.

 

        Si conocieras el don de Dios, valorarías como se debe el silencio interior y la profundidad de una vida oscura.

 

        Si conocieras el don de Dios, no me buscarías fuera de la oración ni del silencio.

 

 

 

        Si conocieras el don de Dios, si me conocieras a mí, no te irías buscando a nadie.

 

 

 

        Si me conocieras a mí, yo sería tu primer pensamiento por la mañana y el último por la noche, cuando me abandono al sueño.

 

 

 

        Si me conocieras a mí, no estarías pendiente de si estás sólo o acompañado, porque Yo nunca te dejaré solo.

 

        Si me conocieras a mí, nunca te plantearías sentirte apreciado o no, valorado o rechazado, enfermo o sano…

 

        Si me conocieras a mí, te olvidarías de tu pasado, de todo el, porque ya pasó y está todo perdonado.

 

        Si me conocieras a mí, te echarías en mis brazos, como un hijo pequeño y te abandonarías completamente a mi ternura y amor para el resto de tu vida, sabiendo en quién te has fiado y confiado.

 

-9-

 

 

 

 

 

SI NO TENGO UN RATO LARGO CON DIOS…

 

 

 

        Siento como perdido el día…

 

 

 

        Unamuno solía decir algo parecido, hablando del Ser trascendente.

 

 

 

        Y es que las almas, que nacen con alas, tiran hacia la altura… Y todas nacen con alas, como las águilas.

 

 

 

        El comienzo del vuelo, su empuje, no nace de las alas, sino del corazón del águila.

 

 

 

        Dios puso en nosotros la semilla y las ganas… Lo nuestro deber estar en apoyar…

 

 

 

        Sin oración no hay contacto con la fuente, ni agua para el alma.

 

 

 

        Sin encuentro y contacto con Dios, no hay sarmiento que dé fruto.

 

 

 

        Sin sabia de la cepa, no hay vida.

 

        Por este motivo, debo regar mi relación con Dios, como se riega el huerto, todos los días…

 

        Estas semanas tengo una vivencia fuerte de paz, dentro y en mi entorno, acompañada de un abrazo tierno, suave y envolvente, como abraza el lago a su roca de en medio.

 

        Dios me ha cogido en sus brazos, porque me siento débil, muy poca cosa, ante el comienzo del año y de la nueva Quimio.

 

 

 

        Tal vez, por lo poco que valgo, si miro a mis valores, que son de Dios, necesito más oración, más tiempo con Él, porque, si no me mareo y me veo caer, de pura debilidad.

 

 

 

        Todavía me sigue atacando y doliendo la polimialgia reumática, efecto secundario de la Quimio, que ya conozco, pero que no por eso deja de molestarme.

 

        En mi Padre-Dios, en Jesús mi Salvador y en el Espíritu Santo, mi guía y compañero de camino, pongo mi valía, mi fuerza, mi salud, mi destino y mi porvenir, para que Él haga de mí lo mejor para su honor y su gloria.

 

¡Loado sea por siempre!

 

-10-

 

 

 

TE ENCUENTRO EN LO OCULTO

 

 

 

        Santa Teresa de Ávila, te buscaba hasta en los pucheros, porque por allá andabas…

 

        Hoy, Señor, no te busco, te encuentro en lo oculto y lo sencillo, entre los pucheros, en la escoba, en el trapo que recoge las migas de la mesa, en el fregadero, en el hacer la cama, en ir a la compra, en hacer la comida, poner la mesa, en escoger un buen podcast para la tertulia familiar o para mi tiempo libre, en ir descubriendo, poco a poco, ese Orden Divino y secreto, que me rodea, que me envuelve y me llena de un inmenso sentimiento de paz, gratitud, amor universal e incondicional, que me arrolla y que hace imparable la obra de Dios en mí, en todo y en todos lo que me rodean.

 

        Todos, al final de la jornada, vemos, que lo a largo de la vida, hubo siempre sobre nosotros una mano buena, bondadosa, que nos fue guiando, apartando de los senderos falsos, haciéndonos ver los errores, a tiempo y de sus consecuencias; siempre hubo una mirada de acogida y perdón, que lo rectificó todo, lo salvó todo, poniéndolo en su sitio y en su orden; siempre hubo un orden oculto y divino, donde Dios se me escondía, para ayudarme y no asustarme.

 

        Hoy me encuentro envuelto de una inmensa ola de gratitud, que se expande en círculos concéntrico, hasta llegar a los límites del Universo y tocar la esfera de lo divino, de la presencia de un amor incondicional, infinito y eterno, que es mi Padre.

 

        Sólo surge en mí, no un buscar, sino un encontrar en el profundo del corazón, la alegría y gratitud de quien es valioso, hecho en la línea de la perfección, a imagen y semejanza de Dios, que todo lo posee, todos los valores del Inmenso e Infinito y como yo, todos mis hermanos.

 

        Ya no juzgo, ya no siento vacío, ni tengo sana envidia, ni resentimiento, al ver un valor en los otros. Son todos del Altísimo… Todos somos portadores y elegidos por la misma mente y el mismo poder creador.

 

        A mí sólo me cabe el reconocerlo, en verlo todo dentro ese Orden oculto Divino y que todo es de Él y para su gloria.

 

        Cuando siento en mí la falta o el vacío de un valor, empiezo a sentir el deseo de buscarlo y al encontralo, le doy gracias a Dios, porque sólo Él inició el deseo de búsqueda y porque sólo Él puede llenarme los vacíos del alma.

 

        Cuando convierto en mi corazón la gratitud en el primero de los valores y en la actitud primera, ese día he descubierto la grandeza del Orden Oculto de Dios y su amor incondicional de Padre, que me llena y colma en plenitud…

 

- 11-

 

 

 

RECUERDOS DE MI ABUELO ANTONIO

 

 

 

        Esta mañana, en carpeta de viejos recuerdos, me encontré con estas poesías del último juglar del siglo XX, que fue mi abuelo.

 

        Le recuerdo siempre rodeado de niños y personas mayores, que le escuchaban atentamente… Las escribo aquí con cariño y mucha nostalgia…      - I –

 

        “Se acabaron los ladrones, que salían antiguamente, a robar a los puertos, porque la Guardia Civil ha dado fin de ellos.

 

Y ahora tenéis que contentaros con verlos en los pueblos, robando sin riesgo, comiendo y bebiendo, a costa de Juan Pandero y paseando por las calles, vestidos de caballeros. Y los saludo diciendo: Pillos, granujas, bribones, que tenéis buenas palabras y sois malos hechores.

 

Asesinos de mala estampa, que os coméis los fondos municipales y no los lleváis a las arcas

 

 para socorrer al pobre y a otras muchísimas faltas. Asesinos de los pobres, del mediano capital, sois el desorden del mundo y faltáis a la moral. Y con vuestro mal ejemplo, nos enseñáis a hacer mal. Si el que mucho tiene y roba sin tener necesidad, por ambición nada más, qué será del pobrecito, que va pidiendo de puerta en puerta, una bendita limosna y no se la quieren dar, diciendo: Que Dios te remedie, si te quiere remediar. ¿Qué extraño es que aquel pobrecito robe, por pura necesidad, mientras que los otros roban por ambición nada más?

 

- II –

 

Vivir bien, que cuesta poco, ir por camino derecho, perdonar a quien te ofenda y

 

ganarás honra y provecho.

 

-III-

 

Padres que tengáis hijos, no les deis la soga larga,

 

porque mañana serán cordeles de vuestras gargantas.

 

        El pan y el palo, para salgan bien educados.

 

- IV –

 

Cuando presto, considero, que voy a ganar un amigo y luego cobro a un enemigo,

 

a costa de mi dinero.

 

Por eso también me digo: Aquí se acabó el fiar

 

y el prestar también murió y fue porque le ayudó

 

 a morir el mal pagar.

 

Porque veo que si fío, aventuro lo que es mío

 

y también veo, que si presto, para pagar hacen mil gestos y para excusarme de esto,

 

ni doy, ni fío ni presto…

 

Porque es tan malo el fiar, que después de no pagar, se pierden las amistades, el respeto en las edades y al amigo más leal”.

 

        ¡Qué sencilla y vieja filosofía se esconde aquí tras estas frases mal hilvanadas de un hombre que muere en los años 40 del siglo XX!

 

-12 –

 

 

 

NUEVA PRUEBA ANTE LA QUIMIO

 

 

 

        Estuve anteayer (10-I-17) con el Oncólogo a revisión, después de un TAC rutinario.

 

 

 

        Malas noticias, me dijo el médico: Han subido los marcapasos tumorales de 23 a 47 y hay que cambiar de tratamiento.

 

 

 

        Tomaremos un ciclo más corto de 14 días, con LONSURF, más agresivo y más efectos secundarios, que iremos sorteando según se defienda su sistema inmunitario.

 

 

 

        Salí con el alma en los talones, pero pronto me levanté con la misma confianza de siempre.

 

 

 

         Dios y la ciencia, me hacen esperar un poco más, es verdad, pero tengo la certeza, que estoy curado desde aquella famosa noche…

 

 

 

        No es que quiera que se cumpla mi voluntad, no… Es que estoy seguro de la palabra de Dios y de su bondad.

 

 

 

        Me encuentro ante la clásica prueba de fe: Me desmorono y creo que Dios está dormido y no me escucha o creo, que sí, que Dios está muy atento al devenir de mi enfermedad y que quiere que pase por una nueva vivencia o prueba de mi confianza en Él.

 

        Creo que el asunto va por esta segunda alternativa, pues por primera vez me siento “Enfermo”, i. e. “Infirmus”, sin fuerza ni firmeza, ni siquiera para estar firme de pie. No enfermo incurable.

 

        Me siento con muchas cosas por hacer todavía, pero renuncio a todas ellas, si es así la voluntad de Dios.

 

        El nuevo giro de la Quimio me ha dado más ganas de entrega, de ponerme en sus manos, de ser la “ancilla Domini”, el esclavo, el criao del Señor, para que mande lo que Él crea mejor y más conveniente para Gloria de Dios y salud de la Iglesia, su cuerpo místico.

 

        Es una llamada a un desprendimiento más radical y total, a vivir más del lado del plano sobrenatural, que del terreno, que ya sé lo que da de sí y que nunca me llenó.

 

       

 

        Quiero ponerme de rodillas y como San Ignacio poder decir de corazón: “Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta”.  ¡Lo voy a vivir cada día, desde hoy!

 

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TONY, TÚ ERES HIJO DE DIOS…

 

 

 

        Lo sé, lo sabía y lo tengo codificado en teoría, pero nunca lo había vivido y sentido como esta noche…

 

        Y es que he tenido un sueño, a lo Luther King…

 

        Un sueño, donde acaba de cumplir 18 años, mi mayoría de edad y las puertas del Cielo se me abrieron de par en par, me ayudaron a subir los ángeles a una carroza inmensa, de fuego y luz cegadora, pero inmensamente llena de empuje ascendente, con gran energía sideral, con un gran lema, que se podía leer delante de mí y en lo más alto del Cielo: “Tony, tú eres mi hijo”… Tú eres…

 

        Todos los coros angélicos, los tronos y las dominaciones exaltaban de gozo y alegría al ritmo del himno triunfal, que se había compuesto en mi honor por un grupo de ángeles cantores.

 

        La fiesta duró lo que Dios quiso y la directora del Coro determinó… Lo que sí quedó claro fue el gozo, satisfacción y alegría que yo sentí en mi interior. Todo era gozo y llenumbre…

 

        Nunca me sentí más feliz, como cuando me fijé en el rostro de Dios-Jesús, su rostro humano-divino, su sonrisa, sus brazos abiertos, invitándome a un fuerte abrazo.

 

    ¡Nunca me sentí abrazado con mejores brazos!

 

        Al coger su mano y dejarme coger por Él, vi mi nombre tatuado en las palmas de sus manos, desde toda la eternidad y me animó a besar el tatuaje, después de haberlo hecho Él.

 

        Me enseñó, como en una película, con qué cariño y ternura me fue tejiendo mis nervios y músculos y creando mis huesos en el seno de mi madre.

 

        Antes, había escogido a mis padres, mi lengua, mi pueblo, hasta mi religión…

 

        Me sentí muy cercano a Él en la elección del Colegio de mi formación básica y fundamental.     Aquí, la verdad, que se vio muy clara su iniciativa e intervención. Muy ajena a nosotros.

 

        Pude agradecerle extensamente el don de mis amigos y compañeros de colegio, los amigos y compañeros jesuitas, con quienes conviví casi 40 años…

 

        Luego canté: “Qué detalle, Señor, has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste y cuando me dijiste que Tú eras mi amigo”…

 

        En 1965, final del Vaticano II, ordenado Sacerdote, ungido y consagrado por tus manos de Padre… ¡Cuántos sueños vivimos juntos, durante estos 20 años! ¡Tony, tú siempre mi hijo pequeño!

 

        Luego, escogí un camino nuevo, según un antiguo plan, que los dos teníamos pensado y lo hice con valentía y con tu gracia, porque quise facilitar y adelantar la nueva primavera de la Iglesia, que hoy ya despunta. Han pasado 50 años.

 

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TONY, ERES HERMANO DE DIOS

 

 

 

        Sigue el sueño… El mismo paseo triunfal por el Cielo, seguido por las voces y alborozo de toda la corte celestial. Yo en el carro de Elías…

 

 

 

        Ahora en lo alto del Cielo se ve escrito, en llamas: “Tony, Tú eres hermano de Dios”, el hermano de Jesucristo, el ungido, como tú; hermano del Salvador, del Mesías, del nacido en Belém y del Nazareno; del condenado a muerte en el Gólgota, del Jesús que resucitó y se apareció a la Magdalena, a la Virgen y a los Apóstoles…

 

        Y si hermano, soy coheredero con Cristo de todo el poder de Dios y de toda su Creación…

 

 

 

        Tengo la misma herencia de Cristo, si sigo su línea, su camino, su forma de ser y pensar.

 

 

 

        Me siento hermano de Dios, hasta en la misma carne, siendo de su misma sangre, de su misma familia, de su mismo pueblo.

 

        Soy Sefardí, de los que en 1492 se quedaron en la Vera (norte de Cáceres), por ser una buena tierra de cultivos y renunciaron a su fe judía y se hicieron cristianos, en tiempos de los Reyes Católicos, con toda mi familia paterna, con el mismo grupo sanguíneo (el AB) de los galileos de en tiempos de Jesucristo…

 

 

 

        Me siento, como Pablo, judío de pura cepa, capaz de dar mi vida por la salvación de mi pueblo.

 

        Pero no deja de ser un gran detalle de predilección: Ser hijo del pueblo escogido por Dios durante siglos, del que saldría el Dios encarnado, el Hijo de Dios y hermano de los hombres.

 

 

 

        Como Jesús, debo pensarme en la mente de Dios, con su misma misión, aunque a escala infinitamente reducida y mínima: Amar a Dios, como a mi Padre, hacer su voluntad, abandonar mis días en sus manos y quedarme a su cuidado…

 

        Quedar a la escucha de sus deseos e iniciativa, relegando la mía, para vivir en su piel y corazón el resto de mi vida.

 

        ¡Sentirme Hijo de Dios y hermano de Jesucristo, vaya lotería y suertaza!

 

        Es llegar a la profundidad del ser humano, de su dignidad, su grandeza, de su trascendencia y eternidad.

 

        ¡Que no me salte nunca de este carro feliz, donde Dios lleva el volante y lo dirige su mente con entera libertad!  

 

         Veo y siento como nunca, el punto inicial de mi existencia, en las manos de Dios; y siento mi destino final en la mente y en el corazón de Dios.

 

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TONY, ERES AMIGO DE DIOS

 

 

 

        Sigo con mi sueño, montando la carroza de fuego del profeta Elías y llevo camino de ir subiendo hasta las alturas más altas o hasta las profundidades más íntimas del mismo corazón de cielo, que tiene mi Padre-Dios…

 

        Y leo en lo más alto: “Tony, eres amigo, el mejor amigo de Dios, hoy, en este momento”.

 

        No un amigo cualquiera, no un hijo cualquiera, no un hermano cualquiera, soy el hijo, el hermano y el amigo de Dios. Así como suena.

 

 

 

        Mi padre David, fue llamado el “amigo de Dios”… “Hombre, según el corazón de Dios”.

 

        Dios quiere darme la amistad de David y lo que es más importante, su mismo corazón…

 

        ¡Señor, que osadía y locuras, me vienen al corazón!  - Esto no es posible al hombre, imposible sobre todo, para mí, que soy pecador, basura de pecado, pero no para Dios, me corrige…

 

        ¡Dios me libre de tal soberbia, tontería o vanidad!

 

        A Dios, sin embargo, le he dejado toda mi mente, toda mi voluntad, todo mi haber y poseer… Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro… Soy todo tuyo…Como Santa Teresa digo:

 

¿Qué mandáis hacer de mí?

 

        No quiero meterme en palabrerías, en dimes ni diretes… Una vez más quiero expresar mis vivencias y deseos más íntimos, para ser más agradecido a Dios y más consecuente al amor infinito con que Dios me cuida cada día y en todo momento. Dios mira por mí, me cuida y ama.

 

        Estoy en sus manos y en sus manos está mi Quimio, su desarrollo, mi sanación, si Él así lo decide; en Él descanso noche y día, me fío, confío y es todo mi apoyo físico y espiritual, mi Maestro y Mentor, mi Guía, mi compañero de camino, quien siempre va a mi lado y no me deja sólo nunca; quien me levanta en los momentos bajos, quien hace salir el Sol en mi corazón, cuando me envuelven las tinieblas del miedo y de la muerte.

 

 

 

        Estaba en un momento bajo, por el malestar de la polimialgia reumática, efecto secundario de la Quimio y Dios, mi Padre, me ha salido al encuentro o mejor, me ha llevado a su casa y aquí en el Cielo me ha colmado de todo regalo y honrado como a un Hijo, un hermano y sobre todo, como un amigo, a quien quiso manifestarse como el mejor amigo y padre…

 

        Es un cielo de Padre y amigo, que no se deja vencer en generosidad y detalles.

 

        Es todo un Padre, de cuerpo entero. Tiene lo que tiene que tener un padre y un amigo, el mejor amigo que soñé tener en mi vida.

 

        ¡Soy feliz a su lado y esto me basta!

 

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LA VIOLENCIA HACE MENTIROSA LA

 

CAUSA MÁS JUSTA

 

 

 

        Lo acaba de decir el Papa entre los Mapuches, ese grupo étnico del Sur de Chile, de la Araucanía, que tanto ha sufrido por defender su dignidad, frente a las multinacionales.

 

 

 

        Hoy están rabiosos, incluso, contra el único que ha salido en su defensa, el Papa Francisco, porque le ven junto al poder de los ricos.

 

 

 

        En estos días van ya varias iglesias quemadas y arrasadas por el odio de este grupo y el Papa les ha dicho muy claro: “LA VIOLENCIA HACE MENTIROSA LA CAUSA MÁS JUSTA”.

 

 

 

        Nunca la violencia es de recibo, nunca es justificable, sólo en propia defensa, si no tengo otro remedio… De lo contrario, nunca.

 

        Lo humano, lo justo a primera vista, sería responder con la misma moneda… Y es lo que desgraciadamente hacemos los hombres.

 

 

 

        Pero no. El corazón de Dios ve el conflicto entre dos hijos y quiero la paz, la unión, no la ruptura ni la división.

 

 

 

        Prefiere echar puentes sobre los ríos y no ríos contra los puentes, que nos conviertan en dos orillas, regiones o fronteras irreconciliables.

 

 

 

        Cuando los conflictos humanos se ven con mirada de Dios, todo cambia, todo tiene solución, porque se ven desde el camino de la comprensión, del arreglo amistoso, desde el perdón sincero y mutuo, desde el poder de la presencia de Dios.

 

 

 

        ¡Si el orgullo no se metiera de por medio, otro gallo nos cantara en las relaciones familiares, nacionales e internacionales!

 

        No imponer, exponer sí, pero con sencillez y sinceridad, siendo testigo de lo que digo y proclamo.

 

        Compartir las vivencias, con ellas no ofendes a nadie y de nadie te sientes superior. Tampoco las impongo, las comparto…

 

        Hay que ir al corazón, al mundo de los sentimientos y las vivencias, donde casi todos sintonizamos con la misma melodía: El amor.

 

        La bondad, el desinterés, la generosidad, la ternura, la comprensión, la entrega, la fe sincera en Dios y en el hombre, como ser querido y apreciado, la seguridad en un destino trascendente y feliz, en compañía de todo lo mejor que ha pasado por este mundo, no es sueño, es lo mejor que todavía me queda por ver y disfrutar.

 

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“ESTO ES MI CUERPO”…

 

 

 

        En Lucas, 22,19, leemos: “τουτó εστіn το σωμα μου”…”Esto es mi cuerpo vivo, que será entregado por vosotros”… Sωμα…

 

        Sαρξ significa trozo de carne muerta, la que se puede vender en una carnicería…

 

        Y aquí está escrito: Sωμα…

 

 

 

        Como vemos en el texto original griego de San Lucas, se hace hincapié, en que lo que el Señor tienes entre sus manos y todos los sacerdotes del mundo, cuando celebramos la Santa Misa y llega el momento de la consagración del pan para convertirse en el cuerpo de Cristo se transforma en un cuerpo vivo y humano, porque Sωμα significa también persona o ser humano vivo.

 

        También es interesante advertir en el “Esto es mi cuerpo” y no en el “este es mi cuerpo”, que dicen muchos.

 

        La Vulgata de San Jerónimo también dice: “Hoc est corpus meum”… Esto (hoc) y no este es mi cuerpo.

 

        Me llegan estas disquisiciones, porque hoy en el momento de la consagración en la Misa concelebrada diaria, sentí muy fuerte las palabras de la Consagración en mi cuerpo y mis venas.

 

 

 

        Sentí, como nunca, una fuerte identificación de mi cuerpo físico con el cuerpo consagrado de Cristo… Y con su sangre…

 

 

 

        Como si mi cuerpo saliera de sí y se diera también con su sangre por todos y por muchos, como termina la fórmula de la consagración.

 

 

 

        Sentí quedarme con las venas vacías y con un cuerpo, que ya no era el mío…

 

 

 

        En este momento de la Consagración, como en muchos momentos de confesiones, en que he intervenido, he visto y sentido muy de cerca la presencia y acción de Dios en su cuidado y ternura por los hombres.

 

        Saco como conclusión personal, que Dios nos quiere cada día más, se pone al cuidado nuestro, se hace nuestro Padre con acogida de Madre, sobre todo, en la Eucaristía y en el Sacramento de la Penitencia.

 

 

 

        Son los dos sacramentos, que tengo más a mano, para pensar en un encuentro con el Señor.

 

        Estos encuentros, como mejor se preparan, es en el silencio de una oración “a la escucha”, donde la iniciativa la lleve Él… Y sólo Él.

 

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ESTE ES EL CÁLIZ…

 

 

 

        Son las palabras de la consagración del vino, en la sangre de Cristo…

 

 

 

        Hoy he tenido una vivencia muy personal, que sólo escribo para mí, en el momento de pronunciar estas palabras de la concelebración: “Este es el cáliz de mi sangre, que será derramada por vosotros y por muchos”…

 

 

 

        He sentido todo mi cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, como si fuera el cáliz del altar y la sangre de mis venas, la misma sangre de Cristo, que se iba a derramar y entregar para la salvación de todos…

 

 

 

        Lo he sentido varios días, como si mis venas se vaciaran y se fundieran con la sangre y el Cuerpo de Cristo.

 

 

 

        Siento el amor de Dios difundiendo y llenando el Universo entero y en especial me siento muy junto a Él, bendiciendo con la misma mano y brazo la inmensa realidad del Espíritu, esa misteriosa dimensión, que no tiene objetos ni figuras y que cubre todo lo visible y lo invisible.

 

        Siento de forma nueva, la noble y vieja entrega de siempre, la del “Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, toda mi libertad…

 

 

 

        Siento que la Eucaristía se me hace más real, más presente, más entrega con Cristo, en el “aquí y ahora”, más cercano a Él, en su gesto continuo de verle de rodillas ante el Padre, pidiendo e intercediendo por la Humanidad.

 

 

 

        Con frecuencia, durante el día, me pregunto: ¿Dónde está en ente momento y qué estará haciendo el Señor?

 

 

 

        La respuesta es siempre la misma: Le veo ante el Padre, de rodillas, intercediendo por nosotros… Es nuestro único poderoso intercesor.

 

 

 

        Su esencia es ser Hijo, que intercede por nosotros, por todos nosotros, metido en nuestra piel, hasta la consumación de los siglos.

 

 

 

        Pero no le gusta sentirse solo pidiendo, intercediendo solo, quiere más hermanos a su lado, que hagan con Él lo mismo, que se suban hasta la cruz del deber bien cumplido y se ofrezcan al Padre con el mismo corazón y la misma voluntad, que la suya. Pero a los amigos los escoge Él… ¡Que seamos uno de los elegidos!

 

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UN PAR DE MANOS…

 

 

 

        Un par de manos hicieron las montañas, el mar, el Sol y la Luna, cada ave, cada flor, cada árbol, los valles, el océano, los ríos y las fuentes…

 

 

 

        Pongo mi fe en esas manos, que curaron enfermos, resucitaron muertos, calmaron tempestades…

 

 

 

        Ese par de manos son fuertes, son perdón de Dios, son misericordia, son intercesión ante el Padre, son espléndidas en el dar, siempre abiertas y hasta clavadas en el madero, para nunca cerrarse…

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, el único par de manos, que me levantó en la caída, me sanó del cáncer, me cuidó en la Quimio y me sostiene ahora, en cada momento de la nueva Quimio.

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque es el único que me sostuvo, que me sostiene y en su abrazo es el único que me dice, que me ama, como un Padre enamorado de su hijo, más débil y necesitado…

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque es el único, que se acerca a mí, me coge por la cintura, me escoge y me llama amigo…

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque en el momento de un Tac negativo y severo, que me enfrentó con la muerte, hizo que la pudiera ver como amiga y la pudiera llamar “bienvenida hermana muerte, hermana vida”.

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque son mi refugio, mi roca, mi ciudadela bien compacta, donde en vano vigilan los centinelas, si el Señor no guarda la ciudad.

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque son las únicas, que tengo siempre al lado, las que sin pedirles ayuda, están al momento, curándome.

 

 

 

        Pongo mi fe en ese par de manos, porque serán las primeras que me abracen, al cruzar la puerta de la dimensión temporal, a la espiritual y eterna, donde ya nunca dejaré de verlas, abrazarlas y quererlas, por toda la eternidad…

 

 

 

¡Bendito par de manos, que siendo mi guía actual, serán siempre mi compañía, mi acogida y descanso, por siempre!

 

 

 

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ME SIENTO EN EL DESIERTO

 

 

 

        Por extrañas circunstancias, me encuentro en estos momentos en pleno corazón del Desierto.

 

 

 

        Durante meses he estado perdiendo audición en el oído derecho y algo menos en el izquierdo, debido, me dicen, a un efecto secundario de la Quimio, que me están aplicando.

 

 

 

        Como consecuencia, casi sólo me relaciono con la vista, que en estos momento la tengo nueva y casi sin estrenar, después de la reciente reposición de los dos cristalinos.

 

 

 

        Pero me siento cojo de información, todo lo auditivo ha desaparecido, sólo la vista ha acaparado la información del resto de los sentidos.

 

        Me están llegando los sustos por todos los lados…

 

        Cuando alguien se acerca a mí, no la oigo llegar y sólo la siento cuando la veo ante mis ojos.

 

       

 

        Y entonces me llevo un gran susto, por lo repentina de su aparición.

 

        Esta mañana son ya varios los sustos…

 

        Bien, esto es lo más externo y tangible…

 

        Voy a dirigir ahora mi mirada hacia el interior de mis sentidos.

 

        Dentro de mí, no siento más que silencio, llanura cubierta de aridez y polvo, sin un alma en el horizonte…

 

        Sólo cuando pregunto: ¿Quién habita aquí?

 

        Sale una voz de mi sordera, que me dice: “El yo soy, está aquí y ahora”.

 

        El Yo soy, según Elkhart Tolle, es la existencia del ser, del aquí y el ahora, con todo lo que tengo y valgo en este momento.

 

        Es la identificación de mí ser con todos los seres, sobre todo, vivos, hasta con el mismo Dios.

 

        Es mí ser, no-dual, el uno, unido a todos los seres del Universo, que existen y son, el que siento en este desierto del silencio.

 

        Este mi ser, no-dual, se expande en todos los demás seres del universo y se expande y funde con el ser de Dios, en un espacio, que no existe o en un tiempo, que pasó y que ya es eterno.

 

 

 

        Es vivencia de sentir la presencia de Dios, unidos en el hecho de la existencia común, con lo creado y su Creador, sin la referencia del espacio ni del tiempo…

 

  ¿Y qué es esto, sino la presencia del Reino de los Cielos, donde ni el tiempo ni el espacio existen?

 

        ¡Bendita sordera, que me ha hecho encontrar la esencia de mi Yo profundo y eterno!

 

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LA ALEGRÍA DE LA ESCUCHA, QUE NO

 

DE LA HUERTA…

 

 

 

        Acabo de salir de Sanidad, donde me han quitado los dos grandes tapones, que se han ido formando en mis oídos desde el nacimiento.

 

 

 

        Entré medio o totalmente sordo y salgo con toda una tormenta de ruidos y sobresaltos, que me obligan a andar, dando más saltos que un saltamontes.

 

        Tuve que insinuar a mi esposa, que hablara más bajo, porque me rompía el tímpano.

 

 

 

        Entonces élla, con un poco de sorna, por lo mucho que me había gritado los días anteriores, me saca al Parque de la Alamedilla, a 50 metros de Sanidad, en Salamanca y ante unos ánsares como testigos, me pregunta: ¿Oyes cómo crece la hierba?

 

        Yo le respondí también con su gotita de guasa:

 

        No oigo la hierba, porque se la han comido los ánsares, pero sí estoy oyendo la sinfonía de estos troncos altos de árboles pelaos, que cantan al nuevo día y cantan al cielo.

 

 

 

        Bueno, al pisar la calle, aquella acera me pareció nueva y desconocida…

 

        Se me metió toda por mis oídos nuevos, recién estrenados, en mi cabeza, hasta casi reventarla, con las voces de los niños, los coches, camiones…

 

       

 

        He vuelto del silencio del desierto, donde me encontré conmigo mismo, con el Yo, instalado en el aquí y ahora, y me he encontrado con la locura de la cultura del ruido, las prisas y el embotellamiento de los coches.

 

        La experiencia de tres días de sordera provocada, para eliminar los tapones, que defienden al tímpano, me ha sido muy provechosa y de mayor comprensión para con los que no oyen bien.

 

        También he dado y doy muchas gracias a Dios, por vivir tantos años sin problemas de audición. ¡Qué parte más grande de la vida se pierden los afectados!

 

        Tal vez, como consecuencia inconsciente, estoy escribiendo con música de fondo, estas líneas y ¡qué sabor más rico tiene su melodía!

 

        Pienso… ¿qué color tendría la alegría del Cielo sin música, sin oídos, que la saborearan?

 

 

 

        ¡Sin oídos, no hay diálogo, ni comunicación, ni alegría, ni sonrisas, ni carcajadas!

 

¡Loado sea mi Señor por la hermana voz!

 

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SAN ANTONIO DE POR MEDIO

 

 

 

        Dios anda también hoy entre los pucheros…

 

 

 

        Hoy, 9-II-18, he tenido un fuerte contratiempo, al perder las llaves de casa.

 

 

 

        He buscado por todos los bolsillos, sitios y bolsos y nada. Mi esposa tiene una gran fe en San Antonio y ya empezó a rezarle esta mañana.

 

 

 

        Yo, que despierto muy pronto, hacia las 4,44h, a.m., tengo mucho tiempo por delante para estar con el Señor, antes de levantarme y comentarle las cosas importantes del día y las cosillas del quehacer diario.

 

 

 

        Hoy teníamos todos los de casa la preocupación de las llaves perdidas…

 

 

 

        Yo sólo le dije al Señor, por medio de mi Santo Patrono, San Antonio, que nos echara una mano.

 

 

 

        Señor, si Tú puedes (y claro que puedes)…

 

 

 

        Señor, si Tú quieres, que querrás, que encontremos hoy las llaves…

 

        Lo hemos comentado en la comida y nada… Nadie tenía señal alguna de las llaves.

 

 

 

        Sin embargo, al terminar la oración esta mañana, al despedirme del Señor, (soy su hijo más pequeño y más frágil), en el abrazo, le dije con cierta complicidad, Señor, lo de las llaves… y él me dio un abrazo más fuerte, que de costumbre…

 

 

 

        Le entendí y me quedé con la convicción total, que Él lo iba a resolver, porque se lo pasó a su madre y nuestra madre.

 

        Estoy escribiendo esto y se me acerca alegre, como unas castañuelas, mi mujer con las llaves en las manos…

 

 

 

        Me quedé sin palabra, levanté los ojos al Cielo y le di gracias al Señor, como Él sólo se lo merece.

 

        Soy tan simple, pero tan agradecido, Señor, que no quiero echar en olvido este detalle de tus manos.

 

        Como siempre me oyes, me has oído y me oirás, te quiero dar las gracias más sinceras, porque sólo tuyo es el honor y la gloria de todo lo que haces con tus hijos, hasta en estos detalles.

 

 

 

        Quien se siente Hijo de Dios, nada le turba, nada le falta. Sólo Dios basta. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta…

 

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DIOS ESTÁ… DONDE LE LLAMAN

 

 

 

        Ya en el libro de Jeremías, 33, 3, dice el Señor: “Clama a mí y Yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas, que tú no conoces”.

 

        Dios está a la escucha del hombre, en todo momento del día y de la noche.

 

 

 

        Y esto no lo podrá quebrar nadie, hasta que el hombre pueda romper la Ley, que separa el día de la noche.

 

        Porque, es verdad, Dios sólo está, donde se le busca, donde se le llama o se le necesita…

 

 

 

        Está claro, ahora, por qué Dios está cerca de los enfermos, de los débiles, de los pobres, de los moribundos…

 

        Yo aprendí el camino y no quiero olvidarlo: Cuando quiero estar con el Señor, me siento el último de la cola de todos los pobres, los enfermos y necesitados… Y no me falla la cita.

 

 

 

        Dios tiene empeñada su palabra y es todo un caballero, siempre fiel a su palabra…

 

 

 

Cuando le grito o clamo, Él siempre me responde y viene en mi auxilio…Siempre me salva.

 

        Dios está donde un hijo le llama o necesita. Dios está, aquí y ahora, lo creo, porque yo le necesito, que soy su hijo…

 

 

 

        Gracias, Señor, por esta certeza, por esta fe que Tú me has dado y de la que nunca seré digno.

 

 

 

        Te necesito en mi salud, no me encuentro bien, tengo mis limitaciones, no puedo salir cuando quiero, ni viajar como antes, ni dormir como antes, ni comer ni beber como antes…

 

 

 

        Por todo ello, clamo a Ti, Señor, y te siento cerca, muy cerca y no sabes ¡cómo me alivia y consuela tu presencia!

 

 

 

        A veces, llego a pensar, que, si el necesitarte tanto, me ayuda a llamarte y a tenerte más cerca, entonces, ¡bendita enfermedad y dichosa Quimio!

 

        ¡La verdad, que estas operaciones y cánceres con sus quimios, me han dado la vuelta de calcetín a mi vida!

 

       

 

        Vivo más del lado de la trascendencia, del lado del Cielo, de los que allí viven y retozan, de los que aman a Dios sobre todas cosas…

 

Y esas cosas, cada día me resultan más insípidas, vacías y sin valores de peso…

 

       

 

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SER EL CORAZÓN MISMO

 

 

 

        El corazón es la sede del espíritu, su casa y su centro de mando y control…

 

 

 

        Desde el corazón tengo nueva mirada, con destinos nuevos, con límites, que penetran el mundo invisible de la trascendencia.

 

        Desde el corazón veo realidades y siento valores, que sólo desde él sé encontrar y valorar.

 

        Quiero ser el corazón, que ve con ojos de fe, hasta lo invisible y que sabe moverse con soltura en la dimensión de lo invisible y lo espiritual.

 

        Quiero tener y usar los ojos del corazón, para moverme, a corazón abierto, por los senderos de la vida verdadera.

 

        Quiero ver con tus ojos el rostro de Dios en la intimidad de la oración, cuando hablamos los dos, como  un Padre con su hijo más pequeño y necesitado y lo compartimos todo.

 

        También deseo descubrir su rostro en el hermano, que se cruza cada día conmigo en la calle o en el camino…

 

Sé de amigos, que se han pasado varios meses, esperando a tener valor, para pararme y detenerse conmigo en la calle, porque dudaban ya de mi cara y figura. Hoy les descubro antes…

 

        Quiero oír con los oídos del corazón, los pasos del Señor, cuando se acerca a mí.

 

        Quiero oír y conocer su voz en el hondón del alma, su voz del silencio, de la paz, de la mansedumbre, la ternura y la amistad.

 

        Quiero saber gustar y oler su presencia en la obra de sus manos. La creación es mi gran templo y mi corazón, nuestro más cercano altar.

 

        Quiero encontrarle, como hace el corazón del enamorado, en todo lugar y tiempo, porque tengo ya en activo, los ojos el corazón del alma.        Quiero tocar, abrazar, besar con el corazón abierto, con el corazón del alma, a todo hermano que se cruce en mi camino, que me necesite, sin apego de ningún tipo.

 

        Con el abrazo del alma, llego hasta el corazón del otro, hasta su alma, donde ambos nos fundimos en el mundo del espíritu y en el corazón de Dios, para siempre.

 

        Todos somos testigos de abrazos, que duran para siempre, porque fueron dados con el corazón y sellados con la entrega, el cuidado, la ternura y fuerza de la sangre.

 

        Quiero ser el corazón de Dios, el corazón de la Iglesia, de la Humanidad y del Universo.

 

 

 

Quiero vivir desde el corazón, ver desde el corazón, sentir desde el corazón, amar desde el corazón y ser el corazón mismo, el resto de mi vida…       

 

-25-

 

 

 

¿CÓMO SER EL CORAZÓN MISMO?

 

 

 

        Alguno me ha preguntado, de sopetón: ¿Pero cómo llegar a ser el  corazón mismo?

 

        Comparto con vosotros mi vivencia…

 

        Lo primero que hago es ir cerrando ventanas, que me conectan con el exterior: ojos, oídos, olfato, gusto, tacto, calor, frío, sequedad…

 

En este orden y sin prisas. Luego me fijo en el diafragma, en su movimiento, sus impulsos, si son claros, abiertos, gratificantes…

 

Muchas veces descubro en ellos ansiedad, angustia, stress, paz, gratitud, acogida, abrazo…

 

Inmerso en la oscuridad física, descubro otra luz que me guía e ilumina.

 

Es la luz del Espíritu, que penetra lo oculto y me hace sentir la presencia, que busco en la oscuridad…

 

Los ojos del corazón se convierten ahora en escucha interior, barruntando al Señor de la Palabra, por la cual fueron hechas todas las cosas. (“Per quem omnia facta sunt”).

 

El corazón, hecho conciencia, se reviste ahora de una voz potente y sonora, que llamamos voz de la conciencia.

 

 

 

A esta voz, el eco, el fondo y la esencia misma le vienen del Altísimo.

 

Dios es su creador y el motor, que le da cuerda.

 

Dios me habla y nos habla a través de esta voz de la conciencia y el corazón humano es la sede y el soporte del Dueño de esta voz.

 

Por esto, cuando dirijo mi mirada al corazón, cuando me centro en él, lo estoy haciendo en su Dueño, Amo y Señor…

 

Me estoy encontrando con mi mejor amigo, estoy en contacto con el mejor de los Maestros y me siento a sus pies, a su lado, nos abrazamos y nuestros corazones se funden en uno sólo.

 

Ésta es mi oración, mi encuentro con el Señor, donde pongo a un lado la luz de los sentidos externos y los sustituyo por los internos del amor y la fe más sencilla y sincera…

 

La que tengo, la que Él me ha dado y quiere que comparta en este momento contigo.

 

“Gustad y ved, qué bueno es el Señor”… Gustar y saborear a Dios es el premio mayor, con que Dios nos regala, cuando quiere y como quiere.

 

“Cantaré  eternamente tus misericordias, Señor, porque estuviste grande con nosotros”…

 

Porque cada día, cada mañana y cada noche te portas a lo grande conmigo, siempre como un Padre enamorado, que no sabe hacer más por su hijo más pequeño, enfermo y débil.

 

“Glorifica mi alma al Señor y todo mi ser a su Santo Nombre”… ¿Y qué es esto, sino un adelanto de nuestra vida en el Cielo?

 

-26-

 

 

 

 

 

VENANCIO BLANCO, TODO UN GENIO

 

 

 

        Se nos ha ido a la casa del Padre, nuestro gran amigo y admirado escultor de la Tierra Charra, Venancio Blanco, de mañanita, el 22-II-18.

 

 

 

        Le traté poco, pero en lo poco que hablé con él, cuando en una visita a su pueblo natal, Matilla de los Caños del Río, le dediqué un libro mío y le entregué la lista de los más de cien libros que tengo publicados… Para que él escogiera.

 

 

 

        En lo poco que charlamos, descubrí a todo un hombre, de pie a la cabeza, con unas ideas serias muy profundas sobre su condición de hombre y cristiano.

 

 

 

        Tenía muy claro, que con fe en el corazón, los ojos ven más y lo mejor de la vida.

 

 

 

        No hay mayor grandeza, decía, que la que la fe descubre en la Naturaleza y en el hombre.

 

 

 

        ¡Cuántas veces camino entre las encinas y las siento llenas de pájaros, de vida, de paz y de aquella sabiduría del Creador, que sólo la fe descubre!

 

        Con la fe ves la vida con más sentido, más riqueza y sobre todo con más ilusión.

 

 

 

        La vida para mí se convierte en Baile, cuando trabajo y cuando estoy con los amigos…

 

 

 

        La vida es para mí sinfonía de Beethoven, de Mozart, de Vivaldi… Mis esculturas llevan toda su sinfonía dentro.

 

Era un hombre libre, totalmente libre, como herencia paterna…

 

Su padre le dijo un día: “Hijo, yo no tengo patrimonio, sólo te dejo la riqueza de que seas un hombre libre”

 

“Ahí queda eso”, que solía él remachar con un gesto muy charro, doblando el cuello y haciendo un guiño con el ojo izquierdo.

 

Era todo un Maestro, que trabajó en talleres siempre.

 

En el taller de la familia, donde recordaba a su madre y abuela, como las primeras maestras de la vida.

 

Luego vendría la primera Maestra del pueblo, de los tres a los seis años. Siempre hablaba de ella con una inmensa gratitud…

 

Y luego vendrían los muchos profesores y Maestros, que tuvo con los 12 klms que tenía que  andar a pie desde su casa en el campo a la escuela del pueblo de Matilla.

 

Yo he recorrido por curiosidad estos 12 klms para descubrir lo duro, que serían para un niño en pleno invierno. De suyo son tres, desde Carrascalino, la finca donde nació, pero entre ida y vuelta y dos veces al día se convertían en 12 klms.

 

        De aquel camino fangoso en invierno y seco y árido en primavera, sacó nuestro Venancio aquél coraje y tesón, que le caracterizó en su trabajo.

 

 

 

        Ha muerto, mejor dicho, ha pasado a la vida de los hombres honrados y buenos, como un obrero del arte, como un poeta creador, con las botas puestas y el corazón lleno de ilusiones, con una y muchas obras sin acabar, como él decía…

 

 

 

        Venancio, todo Carrascalino y toda Matilla de los Caños del Río, no se han quedado llorando, porque sabemos, que a todos nos has llevado al Cielo dentro de tu corazón.

 

 

 

        Todos contigo en el Cielo, celebramos el gozo de tu llegada y no de tu despedida…

 

 

 

        Gracias al Padre-Dios, a quien tanto hablabas como un hijo, hoy te podemos sentir más cerca y más querido entre nosotros.

 

        No te has ido, porque te has quedado en nuestro corazón para siempre…

 

Antonio Sánchez Breña y Estrella García Hz.

 

 

 

-27-

 

 

 

¿QUÉ PODRÍA AGRADECER

 

  HOY?

 

 

 

        Es mi actitud la que puede aumentar o reducir mi estrés o preocupación de manera profunda. ¿Cómo me siento en este momento ante el bajón de defensas?

 

        ¿Cómo elijo responder y quién decide?

 

      Si bien darse un masaje o hacer ejercicios —o incluso el amor— son excelentes antídotos contra el estrés, si no van acompañados por un cambio de actitud, apenas llegan a tener un efecto.

 

¿Cómo me adueño de mi actitud? – Con mis decisiones:

 

1.-Decisión: En vez de resistir… Yo Acepto. Acepto lo fáctico, lo que es un hecho. En ocasiones el cambio, aunque no me guste, es un hecho.

 

Mi estrés aumenta cuando resisto a lo que me sucede. Al resistir le doy poder a aquello que estoy resistiendo. Al aceptar y soltar mi resistencia recupero mi poder y puedo sentirte mejor.

 

2.-Decisión: En vez de resignarme… Yo aprovecho. Así como es importante aceptar lo fáctico también es fundamental aceptar mis posibilidades de acción inmediata y transformación de futuro.

 

¿Qué oportunidades puedo aprovechar? Ponerme al lado de las causas, dominándolas y no de los efectos.

 

3.- Decisión: En vez de evadir… Yo Asumo…

 

¿Qué de lo que me afecta tiene que ver conmigo?

 

Cuando asumo lo que me corresponde me adueño de mi poder al momento que tomo consciencia sobre lo que puedo aprender y mejorar.

 

4.-Decisión: En vez de sólo desear… Yo Me Comprometo…

 

¿Qué voy a cambiar para lograr sentirme mejor?

 

¿A qué simples cambios me comprometo para lograr lo que necesito para sentirme mejor?

 

¿Qué hábitos constructivos y positivos puedo incorporar en mi vida? –Salir a dar un paseo, etc…

 

5.-Decisión: En vez de preocuparme… Yo Me Ocupo… El antídoto para mis preocupaciones: ocúparme; ponerme en acción; moverme hacia lo que quiero y que está en mí lograr.

 

6.- Decisión: En vez de olvidarme de lo que tengo… Yo Agradezco… ¿De cuántas cosas podría estar agradecido en mi vida?

 

En la gratitud los miedos se desvanecen ya que me doy cuenta de que he recibido y tengo más de lo que merecía y creía.

 

¿Qué podría agradecerle a la vida, a Dios, en este momento?

 

7.- Decisión: En vez de desconfiar… Yo confío… ¿Estoy eligiendo creer que mis problemas son más grandes que yo o que yo soy más grande que ellos? ¿Creo que todo se mueve en ciclos y que después del invierno viene la primavera?

 

Confiar o no confiar: La decisión es mía.

 

8.- Decisión: En vez de visualizar en negativo… Yo apuesto a Ganar…

 

Como decía Henry Ford: “Si crees que puedes o crees que no puedes, estás en lo cierto”. En ti está elegir conscientemente: Apostar por mi éxito y tener fe en que todo lo que sucede es lo mejor… Y que lo mejor está por llegar.

 

El miedo se alimenta de una proyección mental catastrófica de lo que puede sucede. Esa misma energía y talento para visualizar en negativo puedo enfocarla en lo que realmente deseo: El éxito.

 

No es simple pensamiento positivo. No es pretender ingenuamente que todo va a salir bien por el simple hecho de pensar que así va a ser. Hasta es la octava decisión. Ya acepté la realidad. También identifiqué lo que puedo aprovechar de las circunstancias. Además he asumido mi responsabilidad en el proceso. Estoy comprometido a la acción y estoy ocupándome de lo que es posible.

 

 Conectado con la gratitud por lo que ya tengo, decido confiar en mí, en el otro, en el proceso y en Dios. Ya lo que me queda es apostar a ganar… Y a llevar mis deciones a la acción…

 

 

 

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OCUPATE DE TUS PROPIOS ASUNTOS

 

 

 

Sólo puedo encontrar 3 tipos de asuntos en el universo: Los míos, los tuyos y los de DIOS. Para mí, la palabra Dios significa «realidad». La realidad es Dios, porque gobierna.

 

Todo lo que escapa a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los asuntos de Dios».

 

Buena parte de nuestras tensiones proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos. Cuando pienso: «Necesitas encontrar un trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, me estoy inmiscuyendo en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos o en los de Dios, el efecto es la separación.

 

Fui consciente de esto hace tiempo, en 1986. Cuando, por ejemplo me inmiscuía mentalmente en los asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme», experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre que me he sentido herida o sola, he estado inmiscuida en los asuntos de otra persona.

 

 

 

Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía? Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona.

 

Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto. Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti.

 

Si comprendes los 3 tipos de asuntos lo bastante para ocuparte de los tuyos propios, este conocimiento puede liberar tu vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos en los que te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas!.

 

Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has estado PRESENTE y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los asuntos de otras personas. Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por sí misma.

 

Fuente: Byron Kathleen Reid

 

-29-

 

 

 

MIHI VIVERE CHRISTUS EST

 

ET MORI LUCRUM

 

 

 

«Para mí, mi vivir es Cristo y el morir una ganancia» (Flp. 1, 21). Voy a invertir aquí…

 

Hoy, que se ha perdido  tan fuertemente el sentido de la vida, necesito revindicar el sentido y el por qué de mis actos y destino.

 

En este momento, necesito saber y sentir dónde está mi tesoro, porque donde está mi tesoro, está también mi corazón, con toda su pasión e impulsos (Mat, 6,21).

 

Mi tesoro escondido y encontrado, desde hace muchos años, es Cristo y sólo Cristo, Señor, Hermano, amigo y compañero de camino, que no se separa ni un momento de mí (yo de él muchas veces, perdón, Señor).

 

Como motivo de todo lo que hago, como razón de ser de mi vida, es Él y sólo Él.

 

Respiro por El, camino por Él, mis manos trabajan por y para él, mi corazón late y se siente amado por El y por los suyos.

 

      Ninguno puede servir a dos Señores (Mt.6,24). Mi Señor, mi único Señor y Padre eres Tú.

 

Tu poder y Señorío no es para dominar, sino para servir, para ayudar, para perdonar y salvar.

 

Quiere que busque primero, como objetivo único y principal, el Reino de Dios y su Justicia (Mt.6,33). El Reino de Dios es Él mismo y me pide que le busque de noche y de día, que no tenga tiempos perdidos, porque todo mi tiempo es suyo, lo tiene Él y es para Él.

 

  Vivir en su Reino, es vivir en y para su Evangelio, para su misión, para la gran misión, que le arrancó del Cielo y le hizo uno más entre los hombres, para ser nuestro ejemplo  y salvarnos.

 

“ Por sus frutos los conoceréis” (Mt.7,16).

 

Me acabas de dar, Señor, la mejor regla de discernimiento… Por sus frutos conoceré a las personas, a todas, incluído yo mismo.

 

Labor difícil la de ser otro Cristo, la de hacer de mi vivir y ser otro Cristo… Mihi vivere!

 

Para conseguir algo de provecho, para ir por el camino que sube y es cuesta, porque supone mucho esfuerzo, necesito el apoyo del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, de la Virgen nuestra madre, de los Santos y de los amigos de Dios…

 

Y me das la solución: “Pedid y se os dará. Llamad y se os abrirás” (Mt. 7,7).

 

La oración, como saludo entre amigos, como encuentro entre Padre e Hijo, donde se habla de todo: problemas, alegrías, proyectos comunes…

 

Pídeme con fe y se te dará, como cumplido, tu anhelo… En esta oración familiar y doméstica, tengo mi mejor apoyo en Estrella, mi esposa, que con su fe puede mover montañas y cambiar el rumbo de la Historia. ¡Que los dos seamos para los hijos, un ejemplo de fe y abandono total en Dios!

 

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TOMAD, SEÑOR Y RECIBID TODA

 

MI LIBERTAD…

 

 

 

Acabo de descubrir, a nivel vivencial, el secreto, más locamente persequido por los humanos de todos los tiempos, el secreto de dónde debo invertir mi tiempo y el patrimonio de mis valores, para ser, finalmente, feliz.

 

Si vivo el “mihi vivere Christus est” de verdad, si me entrego con el “totus tuus” de Juan Pablo II o como aquel grito generoso y sincero de Santa Teresa de Ávila: ”Ya toda me entregué y di, ¿Qué mandáis hacer de mí?”…

 

Sólo si tengo esta entrega y generosidad, encontraré el gran tesoro escondido, del que habla Jesús en el Evangelio.

 

Y es que esta mañana, en la oración, he discutido con el Señor, porque no comprendo muchas cosas, que se salen de nuestros cálculos racionales.

 

Por ejemplo, si yo me abandono en sus manos de Padre y Redentor, Él se va a entregar más a mí; si yo le doy mi libertad y le obedezco, Él se va a dedicar a entregarse y darme mayores dones y bendiciones, que hasta ahora, que va a hacer todo lo posible, para hacerme el mayor bien posible y con ello hacerme el hombre más feliz del mundo.

 

Que no busque más la felicidad fuera de Él, que su compañía cercana, es la fuente de todo buen camino, de toda paz, alegría y juventud.

 

Que si le mantengo la entrega de mi libertad, mi memoria, entendimiento y voluntad, de todo mi haber y poseer, él hará de mi su descanso, su alegría, su casa, su amor especial…

 

 

 

Si cada mañana, lo primero que le pregunto es: ¿Qué mandáis hacer de mí? Que se haga tu voluntad en mí, como se hace en el Cielo… Como se hizo en la intimidad del corazón de nuestra madre, la Virgen. “Que todo se cumpla en mí, según tu palabra”…

 

Sólo entonces Yo cogeré las riendas de tu vida, serás mi hijo de confianza, estarás a mis órdenes, para hacerte el hijo más felíz del mundo, tú serás, como el José de Egipto, el administrador de mis dones y sobre ti lloverán todos mis buenos gustos, deseos y predilecciones…

 

 

 

Hoy, has descubierto y sentido, el mayor de los secretos, el haber encontrado en Cristo, en el Dios vivo, el gran secreto y el gran tesoro de la paz, la alegría, el gozo y la luz, de un Cielo, anticipado, porque has descubierto en el rostro de Dios, en el cumplimiento de su voluntad, que su voluntad consiste en hacer felices a sus hijos, como lo quisiera hacer cualquier padre, pero ¿de qué Padre se trata? El mejor que podía imaginar.

 

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EL SILENCIO, ENCUENTRO DE AMOR

 

 

 

        El silencio me ha cogido esta tarde de sorpresa.

 

        Me puse a hacer un rato de oración y me instalé, sin quererlo, a niveles muy profundos.

 

Como siemprre el Señor me esperaba, pero se me “apareció como la bondad, la ternura y el amor de nuestro Dios en el Señor Jesús” (Tit.3,4).

 

Gusté de su bondad de Padre, de su ternura como Hijo y de su amor íntimo, como Espíritu Santo…

 

¡Qué grande es Dios, cuando se le ve tan escondido y humilde!

 

Sentí su amor, derramado en mi corazón, a manos llenas… No hay regalo mejor en el mundo.

 

Me abrazó entre sus brazos y me hizo disfrutar un buen rato, desgranando estos gestos de amor…

 

Le oí decir muy quedo y en gran silencio:

 

-Si nadie te ama, mi alegría es amarte.

 

-Si lloras, me corto las manos por consolarte.

 

-Si eres débil, te daré mi seguridad y fuerza.

 

-Si te sientes inútil, sábete que Yo no puedo prescindir de ti.

 

- Si estás o te sientes vacío, mi plenitud te inundará.

 

-Si tienes miedo, te llevaré en mi regazo.

 

-Si me llamas, vendré siempre a tu lado.

 

-Si quieres caminar, iré contigo donde quieras.

 

-Si te pierdes, no dormiré hasta encontrarte.

 

-Si estás cansado, yo seré tu descanso.

 

-Si me pides, yo seré tu don y tu herencia.

 

-Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.

 

-Si un día me eres infiel, yo te seré fiel…

 

-Si me miras, verás en mí la verdad del corazón.

 

-Si está a oscuras, seré lámpara para tus ojos.

 

-Si te manchas, no quiero que salves las apariencias.

 

-Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño, una puesta de sol…

 

-Si estás marginado, yo soy tu Aliado.

 

-Si no tienes a nadie, me tienes a Mí.

 

-Si eres silencio, mi palabra habitará en ti.

 

-Si me hablas, trátame de Tú.

 

-Si quieres conversar, yo te escucho.

 

-Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecerán, recordándote, amándote, sintiéndote y echándote de menos…

 

Y así seguimos largo tiempo, hasta que alguie nos vino a interrumpir.

 

Veo que Dios nunca tiene prisa para despedirme. Siento su presencia con gran arrimo.

 

-32-

 

 

 

EL SILENCIO, MI MÁS PROFUNDA ESENCIA

 

 

 

        Un día me dijo el Maestro:

 

“Cuando estabas en el seno materno,

 

estabas en silencio.

 

Luego naciste y empezaste a hablar, hablar y hablar…

 

Hasta el día en que te lleven a la tumba.

 

Entonces volverás a estar en silencio.

 

Trato de capturar este silencio, que conocí en el sano materno, que volveré a conocer en la tumba y que incluso ahora subyace a este ruidoso intervalo, que llavamos “vida”, porque ese silencio es mi más profunda esencia… Relax=silencio.

 

Haciendo relax mental, a través de la respiración lentificada, logro cada día llegar al silencio más profundo de mi conciencia.

 

Creo que es el conocimiento adquirido en mi vida, que más agradezco a Dios, por los múltiples efectos buenos que me ha dado.

 

En el relax pongo en armonía y ordeno todas las funciones de mi cuerpo y espíritu con mis músculos, nervios, mente y afectos.

 

Si me relajo bien, en un cuarto de hora, puedo compensar tres horas de sueño profundo.

 

Si lo hago bien, las horas de trabajo y del sueño no existen, no interesa contarlas…

 

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PARA MÍ, DIOS LO ES TODO

 

 

 

        “Para mí, Dios lo es todo. Es lo que llena completamente mi vida y que me aparece en la fisonomía de Jesucristo, en el Jesucristo oculto en la Eucaristía y después en mis hermanos los hombres, que son imagen de Dios”, Pedro Arrupe, s.j.

 

        Dios es mi todo, todo lo que tengo y anhelo. Fuera de Él, no me interesa nada, no me atrae nada, todo me parece podrido e insípido, como una manzana podre. En la vida hay dos camino:

 

        1.-El camino de Cristo, al que veo con sentido, con armonía, con final de buenos frutos.

 

“Y por sus frutos les conoceréis”, nos advirtió el Maestro…

 

Con él el individuo crece, no se estanca, se desarrolla, lucha contra el egoismo, se multiplica, la sociedad crece y no se extingue

 

2.-Por el camino de la sin razón, de la filosofía líquida, la de Género, del panxesualismo, la del libertinaje, la del coño libre y liberado, la materialista y sin Dios… el individuo se corrompe, se desvía, destruye todo lo que toca, se estanca con hábitos de masturbación y edonismo, se autodestruye en la homosexualidad y la sociedad desaparece, porque nadie quiere tener hijos, no cediendo de su egoismo a mayores cuotas de generosidad.

 

El fruto final de la Filosofía de género es la nada, el caos y la destrucción de todo lo que se ponga en frente.

 

        Lo estamos viendo ya en el países nórdicos, donde la población nativa se está convirtiendo en franca minoría y en 20 años habrá desaparecido.

 

        Sin embargo, otras culturas más vitalistas y amigas de la vida van adelante y prosperan.

 

        Cuando se echa a Dios de la sociedad, los hombres se corrompen, roban, matan y se destruyen a sí mismos, en manos de sus propios vicios y pasiones.

 

        Cada día en España desaparecen tres personas, sin embargo sólo de algunas se sabe algo, como es el caso de Gabriel, el niño de 8 años de Almería.

 

        Necesitamos hombres santos como el P. Arrupe, s.j., amigos de Cristo, que vean a Dios en la Eucaristía  y en los hermanos, que nos rodean.

 

        Hombres íntegros, fieles, trabajadores, amigos de los hombres, que estén dispuestos a vivir pobres, desprendidos y dispuestos a morir ante la injusticia y agresiones al inocente.

 

        Sólo así, siendo amigos de Dios y de los hombres, podremos formar grupo, juntar comunidad, crear familia y  una sociedad, donde todos nos ayudemos, tirando en la dirección del bien común, en contra del egoismo, que hoy nos acogota…

 

-34-

 

 

 

 

 

Y AHORA TE CIERRO… ¡POR LOCO!

 

 

 

        Dicen que el Santo Cura de Ars, al terminar de dar la Comunión, cuando metía el copón en el Sagrario, decía a Jesús: “Y ahora te cierro... ¡por loco!”

 

        ¡Cuántas veces he pensado en las horas de silencio y soledad de los sagrarios perdidos por el mundo!

 

        Y Dios sabía, conocía los olvidos, los desprecios y el abandono de la Eucaristía en tantas iglesias de pueblos y ciudades.

 

Conocía y, sin embargo, no se tiró para atrás, quiso seguir amando, resucitado, como en los peores momentos de la Pasión.

 

Jesús encerrado, cerrado por la mano del hombre en unos centímetros cuadrados de un sagrario perdido, “abandonado” diría San Manuel González, apasionado y amante de los sagrarios abandonados.

 

Y también expuesto a tantos abusos y sacrilegios, como a lo largo de la Historia se han dado.

 

Pero lo que más me llena de pavor y admiración infinita es la conversión en las especies de pan y vino de la mismísima realidad de su cuerpo, sangre, alma y Divinidad.

 

¿Cómo es posible encerrar en tan poco espacio lo infinito e inmenso de toda su Divinidad?

 

Esta encarnación es más profunda, que la primera: Aquí no sólo se hace hombre, que a fin de cuentas es imagen de Dios, sino una cosa, sin vida, sin manos ni pies, sin cuerpo, a merced de todos y sin defensa alguna…

 

Podemos cogerle, llevarle a donde Él no quiera tal vez, hacer con Él el trato que se hace a una cosa inerte y sin vida.

 

Mayor olvido, mayor amor, mayor entrega era imposible imaginar en el corazón de Dios.

 

Dios se deja tragar, comer, beber por justos y pecadores…

 

¿Qué pasará en el alma del pecador, cuando llega el Señor perdonando y amando?

 

¿Qué pasará en el corazón de Cristo, cuando comulgamos y no nos quedamos ni siquiera unos minutos hablando con Él?

 

Dios nos ama con locura, hasta el listón más alto de la muerte en cruz y todo lo demás, aunque no se comprende, sí se entiende un poquito con los detalles, que tiene a nivel personal con sus hijos…

 

Y ahora te como… ¡por loco!

 

Y ahora bebo tu sangre… ¡por loco!

 

Y ahora te cojo en mis manos… ¡por loco!

 

Y ahora te llevo en mi corazón, por siempre… ¡por loco de amor!

 

 

 

-35-

 

 

 

 

 

LA PALABRA DE DIOS ES MI ROCA

 

 

 

        Hoy, donde tanto se habla de campañas de adoctrinamiento en las escuelas, en los partidos políticos, de nuevas catequesis en la Iglesia, quiero agarrarme a la palabra de Dios, como a la única roca segura y firme guía de conducta.

 

        La palabra de Dios escrita, la tengo en la Biblia y la viva, en la tradición de la Iglesia, en el Magisterio del Papa y los Obispos.

 

        Entre los 73 libros bíblicos, 46 son del A.T. y 27 del N.T. Los Protestantes tienen otro criterio…

 

        De todo este caudal informativo bíblico y revelado me interesan tres pasajes importantes, donde yo afianzo y cimiento mi fe. Son éstos:

 

        1º.- La declaración de Dios, a través de Moisés, con la tabla de los diez Mandamientos en

 

(Ex. 20,1-17): Diez normas o preceptos sencillos, universales y señales del verdadero  camino para la conducta del hombre, a su paso por la Tierra.

 

        2º.- La doctrina del sermón de la montaña con las Bienaventuranzas (Mt. 5, 1-12):

 

        Haciendo hincapié “en que no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento hasta la última tilde  de la Ley”.

 

        Aquí, el Jesús de Nazaret, completa y perfecciona todo lo dicho y escrito en el Talmud. Sus más de 600 preceptos los resume en dos: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo”.

 

        3.- El Sermón de la última cena (Jn. 13,14,15,16 y 17): Aquí el Maestro se despide de sus discípulos, como un amigo y hermano que se va, pero para volver. Y antes no revela de Dios lo que a nadie se le hubiera ocurrido preguntar.

 

 

 

        Gracias a esta despedida, conocemos de Dios lo nunca fue soñado por el hombre: Que somos hijos queridos por el Padre, hermanos de Cristo Redentor y Salvador y templos del espíritu Santo. Somos miembros de la familia de Dios…

 

 

 

        Por lo tanto, que todos somos hermanos, hijos del mismo Padre y que debemos amarnos, no como a nosotros mismos, sino como Él nos amó, hasta dar la vida por los demás.

 

 

 

        Dios quiere vivir, haciendo feliz al hombre, teniéndole con Él en su gloria, disfrutando de todos sus privilegios de hijo, de toda su  riqueza y Patrimonio, por los siglos de los siglos.

 

 

 

        El plan de Dios no fue crear un gran Universo, lleno de sabiduría y energía cósmica, sino un misterio de fe tan grande, que no cupiera la dimensión de su amor a los hombres, llegando hasta el colmo de dar su vida por nosotros.

 

-36-

 

 

 

¡BIENVENIDO, PESCAÍTO!

 

 

 

 

 

 Carta del PESCAÍTO:

 

Mamá estoy bien, pese a que estés muy triste, sé que tu primer pensamiento es que no lo merecía y es cierto, no lo merecía, tienes toda la razón, pero no quiero que pienses que somos los perdedores de esta historia, porque he vencido mamá, aunque el precio para vosotros haya sido muy alto, he vencido y estoy feliz en un lugar donde nunca jamás nadie podrá hacerme daño, he vencido mamá porque nunca la bruja del cuento pensó que un pez tan pequeñito, fuera a plantarle cara, he sido valiente mamá, aunque mi cuerpecito es pequeño, digo pequeño en comparación con mi corazón y mi valentía, nunca pensé que fuera tan poderoso, mamá, pero lo soy y he ganado, os he enseñado la verdadera cara de un alma oscura, he rescatado a papá de las fauces de la bruja, he podido romper ese hechizo, que nunca nadie pudo romper, porque soy mágico mamá, por más que hayan querido esconderme brillo mamá, he conseguido que papá y tú estéis más unidos que nunca, no creáis que no os he visto agarraros las manos como nunca, he ganado mamá y soy invencible, invencible y eterno, soy eterno en el corazón del mundo, en vosotros que sois yo mismo y en la mente de la bruja malvada, que siempre me verá en sus sueños y cada vez que intente ser feliz, mire a un niño o al suyo propio si alguna vez consigue que alguien vuelva a amarla. Soy un guerrero mamá aquí donde os estoy esperando a todos, tengo una armadura dorada y brilla más que el sol, porque yo soy el sol, el que os alumbrara siempre en los días más difíciles, soy el encargado de iluminar la mirada y el corazón de todos los que aun vivís ahí, en ese lugar hostil y lleno de maldad, para que caminéis lo más felices posible hasta mi reino de hadas, donde nunca entran brujas malas, ni personas con el alma contaminada, solo vosotros mama, las personas como tú o como yo. Hay una princesa en este reino, se llama Marta y es muy bonita mamá, tiene un hermoso castillo desde el que podemos ver el mar, me cuida mucho porque dice que me comprende muy bien, bajamos todos los días a la playa y hacemos en la arena pescaditos y castillos, pero estos castillos no se los lleva el mar, ni los pescaditos se deshacen con las olas porque queremos que todos veáis lo bonitos que son. Marta me dice que no estéis tristes, que allí solo somos piel, pero aquí somos solo lo que importa, somos alma, almas limpias, grandes y todos un día dejaremos de estar allí para venir aquí, menos las personas malas que siempre estarán atrapadas en sus remordimientos. Mamá, descansa, hemos ganado y lo he conseguido yo solo, siendo un pescadito tan pequeño, sois libres papá y tú porque ya no hay personas malas tan cerca de vosotros. No os soltéis las manos porque es cuando más brilla mi armadura, sí, la del guerrero, la del príncipe que con su luz alumbro el camino de la verdad y dejo al descubierto el odio, la maldad y la mentira. Mamá nos volveremos a ver y te enseñaré todos los pescaítos, que dibujo en la orilla del mar. Mamá, hemos ganado, mamá hoy he vencido a la oscuridad.

 

                                        El Pescaíto - 13/3/2018

 

        Se me ha enternecido el corazón al oír a este ángel, con sus alas recién estrenadas. El Cielo que nos espera es mucho más mágico y sorprendente… “Ni ojo vio, ni oído oyó, lo que Dios tiene preparado  para sus hijos”…

 

        Dios hace milagros y escribe con renglones torcidos… Mira lo que dice esta fan de Patricia:

 

“Me declaro tu fan...de ti mujer. Me arrodillo y te aplaudo, a ti Patricia, a ti mamá del “Pescaíto”. Porque cuando todos reclamaban justicia pidiendo que te dejaran delante de esa otra mujer, tú vas y demuestras que juegas en otra división diferente al del resto de “jueces frustrados”, que somos todos. Cuando tienes todo el derecho a la ira, al odio, cuando el arrancarle la piel y clavarle agujas en los ojos hubiera estado justificado, tú llegas y dices que sigues creyendo en el SER HUMANO... Llegas y dices que crees que hay más buenas personas que malas...

 

...Y nos emocionas y nos callas la boca...a todos...

 

Soy tu fan...lo soy. Porque me estás haciendo llorar con el gol más bonito que nunca he visto, porque me estás emocionando con la mejor canción del verano...porque contigo ha hablado el amor...pero el de verdad. No el que se dice, ni se escribe...sino el que se demuestra. El que se dicta sílaba a sílaba para que lo copiemos y lo aprendamos... Soy tu fan... Porque, cuando lo fácil era enfrentarte a tu exmarido y buscar culpas absurdas, pero seguro que respaldadas por cualquiera...tú vas y dices que EL tiene un doble pesar. Y cuando tú ya no tienes nada de consuelo, lo abrazas a él con lo poco que te queda, pero que todo lo puede... tu amor infinito.

 

Soy tu fan... Lo soy. Lo declaro hoy...

 

-37-

 

 

 

“¡HOY, HEMOS TENIDO UNA…!”

 

 

 

         Me acabo de encontrar con un gran amigo, hablando con Dios, como habla un hijo con su padre.

 

         Hombre de recia raigambre castellana y alma sin arrugas de la vida.

 

         Se trata de Venancio Blanco, escultor, profesor y Maestro de pintura y escultura, nacido en la finca “Carrascalino” del pueblo de Matilla de los Caños del Río, en el corazón del campo Charro.

 

         Cuando estaba esculpiendo a su Cristo,”Volviendo en sí”, como así llamó al Cristo Yacente, que le encargaron hacer, se traía un baile de ideas con el Señor, en que no se aclaraba, a pesar del paso de los días.

 

         Porque hacer un Cristo Yacente, eso ya estaba hecho y muy bien por la escuela castellana de Gregorio Fernández. El artista tiene que encontrar un camino no pisado… Y le vino al corazón, la corazonada de los artistas, el hacer un Cristo Yacente, pero en el momento de volver a la vida, “volviendo de la muerte”, en el momento de la Resurrección...

 

         Cada noche se iba a descansar con la idea de que había hecho todo lo posible… Pero a la mañana siguiente, ya no le gustaba lo que había hecho el día anterior. Y vuelta a empezar…

 

Hasta que un buen día, cansados de bailar ideas, me dice el Padre: Tienes que esculpir la cara de un Cristo para todos… No el rostro, que tú buscas; ése lo verás después… Pero contigo, Señor, le respondí… Si eso es lo que quieres, un Cristo para todos, habérmelo dicho antes, que eso está hecho.

 

La tuvimos gorda, menudo baile de ideas, hasta que me dijo lo que quería…

 

Así hablo yo con Dios, como un hijo… Es que somos sus hijos y nos cuesta decirlo y todavía más, vivirlo con naturalidad.

 

La vida con mirada de fe, me decía, es más completa y más bella.

 

Es una fiesta, con la alegría de una boda, la plenitud de un banquete, con un futuro sin final, con la música de un Beethoven, en su 9ª sinfonía, mi preferida, sin miedos ni soledades, además que siempre nos falta algo, necesitamos de algo, que la Tierra no nos puede dar.

 

El cante jondo, los toros y el caballo, me abrieron, desde niño, los ojos del artista, que  contempla a Dios y ama la Naturaleza.

 

Me basta pararme ante una encina, para verla llena de bellotas, nidos y pájaros…

 

Lo mismo me pasa al ver una flor: ¿Cómo de un poco de agua, sol y aire pueden salir estos colores? Son los pequeños milagros de cada día.

 

Y sobre todo, en la puesta del sol, ¿Quién no ve en ella la firma del gran Artista del Universo?

 

-38-

 

 

 

NO TE PREOCUPES, QUE YO ME ENCARGO…

 

 

 

        Me gusta de ti la sencillez y sinceridad, con que me expones tus deseos e inquietudes…

 

 

 

        Pero me gusta más, cómo me dejas las cosas serias y graves, con la misma confianza de un niño que tiene un Padre, que lo sabe y lo puede todo y se lo deja enteramente a su cargo.

 

 

 

        “No te preocupes, que yo me encargo”, que te dije un día en lo más íntimo de la oración.

 

        Y tú te lo cogiste al pie de la letra y desde entonces no lo sueltas de tus labios, cuando algo te preocupa.

 

        No me molesta ni me disgusta. Me sigue agradando esa total confianza, que tienes en mí, como hijo mío, muy querido…

 

 

 

        Sé que hoy tienes algo que decirme y al corazón… Anda, suéltalo.

 

 

 

        Llevo más de unos días, con un desasosiego, que no me deja dormir… No es que  duela a mí, pero sí que me preocupa.

 

        Son las rodillas de Estrella, mi esposa, su rótula, su líquido sinovial…

 

Hoy le han dolido bastante, porque ayer fuimos a ver el Pozo de los Humos, en las Arribes.

 

Yo fui el causante, no el culpable, porque ninguno de los dos, pensamos encontrarnos con los ecologistas, que nos cerraron el camino, 4 klms antes, por culpa de una aguilucha, que empezaba a engüerar sus polluelos…

 

La bajada al Pozo por el lado de Pereña, es criminal, pero sobre todo la subida…

 

        Encima empezó a llover fuerte y con frío de la famosa nube de aire polar, que nos está visitando en estos últimos días de invierno.

 

 

 

        Mi buena Estrella se palideció un poquito, pero pronto brilló con nuevo resplandor con la marcha del sol en poniente, a las 19,25.

 

       

 

        Era la firma del papá Dios, de nuestro ABBA Pater, que quería vernos sonreír, al descubrir su obra y firma en el firmamento. Pues a los dos nos había afectado el dolor de las rodillas.

 

        La verdad, que hicimos un gran exceso de intrepidez y locura, al bajar donde bajamos, que luego había que subir. Que Dios nos perdone…

 

 

 

        Y esto es todo, Papá… No hace falta añadir nada. Lo que hay que hacer ahora, es cosa tuya…

 

        Con el “No te preocupes, que Yo me encargo”, nos quedamos tranquilos y satisfechos, pues todo había caído en buenas manos.…

 

-39-

 

 

 

SÓLO QUIERO SER UN POBRE FRAILE,

 

QUE REZA

 

 

 

        He aquí el ideal de un Santo moderno, San Pio de Pietrelcina, canonizado recientemente.

 

 

 

        Y yo me pregunto, ¿Tanta importancia tiene la oración, que merezca TODA UNA VIDA?

 

 

 

        En realidad, San Pio no hizo nada más importante, que orar, pedir por los enfermos, ayudar y sanarlos en cuerpo y alma.

 

 

 

        En su trato con Dios, no escatimaba tiempo ni dedicación… Para él era su principal ocupación, como en los jubilados de la Compañía de Jesús, el

 

“orare pro Societate et Ecclesia”.

 

 

 

        Durante muchos años no he entendido bien la rentabilidad del tiempo perdido o dado a la oración.

 

        Casi lo sentía como tiempo perdido, en que no se hacía nada o muy poco de provecho.

 

 

 

        Hoy tengo otros cables de conexión  muy distintos y veo mi gran equivocación, mi poca o nula fe en el poder casi infinito de la oración, apoyada en el fe y poder de Jesucristo.

 

        Ahora puedo entender mejor al P. Pío, como a otros muchos Santos, que hicieron de la oración y del trato en intimidad con Dios, su objetivo y destino principal de la vida.

 

 

 

        Puesto en el lugar en que me coloca mi ser de creatura contingente, en su sentido más pleno, veo que en Dios tengo todo el bien, toda la sabiduría y poder, que pueda ver en el Universo.

 

        En Dios tengo la compañía, que todo ser humano necesita y anhela; toda la protección que mi necesidad intrínseca desea; todo el cariño y amor personal, que mi corazón vacío hambrea.

 

 

 

        Dios es la piedra filosofal, donde tengo el remedio de todas mis necesidades íntimas, de todos mis sueños y anhelos más grandes y nobles, la palanca de mi salud, de mi mente y existencia…

 

En Dios, si le siento como el mejor de los padres, como el amigo y mejor compañero de camino, lo tengo todo y sólo Él me basta…

 

De verdad, en la oración encuentro el “nada te turbe, nada te espante. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”, de Santa Teresa.

 

 

 

Quiero, SEÑOR, creer esto, vivirlo, hacerlo carne de mi carne y sangre de mi sangre, que Tú seas la presencia y figura de mi alma enamorada y de una mente iluminada, que sólo piensa  en Ti…

 

-40-

 

 

 

SIEMPRE HAGO LO QUE QUIERO,

 

PORQUE SIEMPRE QUIERO, LO QUE ÉL QUIERE.

 

 

 

        Hoy que entre los jóvenes de siempre, se habla de la libertad como el valor supremo de la vida, yo te expongo mi plan…

 

       

 

        Si libertad es hacer lo que uno quiera, yo soy libre, como el primero.

 

        Si libertad es hacer lo que a uno le gusta, yo me siento libre como el primero.

 

        Si libertad es escoger la opción mejor entre otras muchas, yo me siento libre.

 

        Si libertad es hacer lo que uno quiera, sin respetar a los demás… Eso no es libertad, es capricho o puro egoísmo. No es lo mío.

 

        Si la libertad no está en la dirección del bien y de la verdad, deja de ser libertad y se convierte en libertinaje, en algo que no te hace libre, sino esclavo de ti mismo y de tus desmanes. Tampoco es lo mío.  

 

        El único que nos hizo libres, nos liberó del pecado y de la misma muerte, es quien nos marcó la senda del bien y el amor desinteresado a los demás, como el gran camino de la auténtica libertad, de la verdad y del bien.

 

        Si alguno hubo libre de verdad, en la Historia de la Humanidad, fue aquél que dio su vida por defender la libertad y la vida, fue: Jesucristo.

 

        Hubo otros grandes hombres, honra y honor de la Humanidad, como Gandhi, Sócrates, Luther Martín King, Mandela, que han luchado y muerto por la libertad, pero que no vencieron la muerte, como Cristo que luchó, murió y resucitó dándonos  una libertad, que está por encima de la misma muerte.

 

        Una libertad, que nos acerca tanto al mismo Dios, que nos hace libres como a los hijos: Ya no sois esclavos, sino amigos e hijos del Eterno Padre.

 

        Mirad qué grande es el amor de Dios, que nos ha salvado y nos ha hecho hijos adoptivos, con los mismos privilegios y derechos de los auténticos hijos de Dios.

 

        Sólo quien obra dentro de la voluntad del Padre y va por la misma senda, ése es el hijo de Dios, verdaderamente libre y no atado o apegado a ninguna fuerza del mundo, del demonio o de la carne…

 

El que sigue, no la ley del placer fácil, sino del querer y voluntad de Dios, el que busca el camino del esfuerzo, el del  bien y felicidad plena, en el tiempo y en el espacio, respetando a los demás en su derechos y libertades, ése es el libre.

 

        Por eso: SIEMPRE HAGO LO QUE QUIERO,

 

PORQUE SIEMPRE QUIERO, LO QUE ÉL QUIERE.

 

-41-

 

 

 

VER LA HISTORIA CON VISIÓN DE FE

 

 

 

        Muchos te dicen, tiene que haber una mano poderosa, que lo gobierne todo; tuvo que haber alguien que lo organizara; todo esto tuvo que tener un principio…

 

        Otros ven la Historia, como hecha por el hombre, por los errores más crasos del hombre.

 

        Otros, que todo esto no tiene sentido, que salió de la nada, por pura casualidad…

 

        Otros, por la Filosofía Natural o la Clásica de los griegos, hemos llegado con la sola ayuda de la razón o mente humana, a la existencia necesaria de un Ser eterno y Necesario, raíz, principio y origen de  toda la Creación.

 

Y también de cada hombre…

 

        Sería muy útil e interesante una Historia de la Humanidad, al estilo de Menéndez y Pelayo o de un San Isidoro de Sevilla, que nos relatara la presencia de Dios en la Historia del hombre a nivel Universal.

 

        La verdad, que ya de esto hay mucho escrito y bastaría juntar otras cuantas fuentes para hacer esta obra colosal.

 

        En Occidente tenemos los 73 libros de la Biblia, que nos cuenta, con una fórmula simbólica, la creación del Universo, la creación del hombre, el tema del Diluvio, la venida del Hijo de Dios a la Tierra, para salvarnos del pecado, su muerte y resurrección y también como meta de nuestras vidas…

 

        En otras culturas, como el Budismo, el Confucionismo, las afro-asiáticas y de América Latina…. Todas tienen su forma de explicar el origen y gobierno de este mundo. Interesante…

 

        Pero me interesa más la Historia de cada uno, la tuya, la mía… Hasta qué punto la he visto o veo con visión de fe o no.

 

        Sí, es cierto, que desde mi nacimiento, ha  habido en mi vida una mano protectora  y amable, que se ha preocupado y se preocupa de mí, me ha cuidado y librado de infinitos peligros y males.

 

        Sí, he sentido la presencia de esta mano y de este Dios en mi vida ordinaria, como la persona que da sentido a mis días, mi salud y mis proyectos personales, como el eje, alrededor del cual gira mi vida y tiene su explicación razonable.

 

        Más aún, la única pena que anido en mi pecho, en el bello atardecer de  mis 82 años, es ver lo aburrida, desolada y vacía que veo a esta generación, porque la siento como un tren que se ha equivocado de vías y va a la deriva de un objetivo absurdo, que no tiene mejor final, que el caos. Y sin embargo, Dios sigue siendo el protagonista  de la historia universal y de la propia de cada uno.

 

   Todo es cuestión de fe y estudio serio y sincero.

 

 

 

       

 

-42-

 

 

 

JESÚS, “EL DESPOJAO”

 

 

 

        Es Domingo de Ramos del 2018, 75 años de mi Primera Comunión. La recuerdo como si fuera ayer.

 

        De frases sólo recuerdo una, la de mi abuela paterna: “Hijo hoy es el día más grande de tu vida. No lo olvides nunca”. Y no lo he olvidado…

 

       

 

        En estos 75 años, creo que casi nunca he dejado de comulgar, si no ha sido por enfermedad, operación o viajes…

 

        ¡Es una gracia tan especial, Señor, que no sé cómo agradecértela ni cómo pedirte perdón, por el mal uso de tantas presencias tuyas y tantos dones como me has hecho, durante tantos años!

 

 

 

        Hoy he querido recogerme en casa, guardar silencio y escucharte a Ti, por las miles de veces que yo me hice el sordo y no quise oír tus dulces palabras.

 

        Hoy he hecho la oración del silencio, que es la oración de la escucha,  en la que te dejo hablar a Ti y yo me callo…

 

        La otra es la oración de palabra, en la que no te dejo hablar y yo me lo cuezo, me lo guiso y me lo como, todo, solito, sin oírte para nada.

 

        Además he tenido ante mí, en procesión, el paso famoso, en Salamanca, de Jesús, “el despojao”, el despojao de todo, de sus vestidos y de amigos,  hasta de su piel acribillada a palos y con más salpicones que una trilla de era.

 

        Desnudo, de cintura para arriba, erguido, como quien se siente seguro y muy dueño de la situación, mirando sereno y con ternura a los verdugos, se paró y se detuvo conmigo: Me miró.

 

        Quien conozca la mirada del “Despojao”, no será capaz de olvidarla nunca. Y  me miró a mí…

 

Esta tarde se me clavó de una manera especial, recordándome mi primera comunión.

 

75 años de saludos, de acogidas, de abrazos e intimidad. Todo posible, porque Él se despojó de todo para entregarse a mí y a todos, pero especialmente a mí y muy en concreto a mí, hoy…

 

Es verdad, que se cruzaron no sólo nuestras miradas y corazón, sino los 75 años de encuentros, de ratos íntimos y especiales, que hemos disfrutado los dos, en las comuniones, con muchas horas de oración de por medio, donde nadie nos interrumpió ni nos cortó la palabra…

 

 

 

Gracias, Señor, porque con el paso, de esta tarde, por la Calle de la Compañía de Salamanca, me has vuelto a mirar, con el mismo cariño, que hace 75 años, cuando todavía no era más que un niño… Hoy, te digo, como Unamuno: “Agranda la puerta, Padre, porque he crecido, a mí pesar”… 

 

 

 

 

 

 

 

                                               Miércoles, 28 de febrero de 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-  10 -

 

CONFÍA EN MÍ

 

 

            ¿Por qué te agitas y te confundes por los problemas que te trae la vida? Déjame controlar todas tus cosas e irán tornándose mejores.

            Cuando te entregues totalmente a mí, todas las cosas serán resueltas con tranquilidad, de acuerdo a mis planes.

            No te frustres, no me pidas, como apresurándome, como si quisieras forzarme a realizar tus planes.

            En lugar de eso, cierra los ojos de tu alma y con paz dime:

"JESÚS, YO CONFÍO EN TI".

 

            Trata de evitar esos pensamientos, que te angustian al querer comprender las cosas que te pasan.

            No arruines mis planes tratando de imponer tus ideas…

            Déjame ser tu Dios y actuar libremente en tu vida.

            Entrégate a mí con completa confianza y deja tu futuro en mis manos.

            Dime frecuentemente:

 

"JESÚS, YO CONFÍO EN TI".

 

            Lo que mas te lastima es cuando tratas de razonarlo todo, de acuerdo a tus pensamientos e intentas resolver tus problemas a tu manera.

            Cuando me digas:

 

"JESÚS, YO CONFÍO EN TI",

 

no seas como el impaciente que le dice al Doctor:

¡Cúreme!

 Y le sugiere la "mejor" forma de hacerlo.

            Déjate curar por mis manos divinas, no tengas miedo,

            Yo te amo.

            Si ves que las cosas se vuelven peores o más complicadas, aún cuando tú estás orando, mantente confiado en mí, cierra los ojos de tu alma, y continúa diciendo:

 

¡JESÚS, YO CONFÍO EN TI!

           

            Acuérdate de mis tres respuestas a la oración:

            1.-Sí...Incondicional e inmediato.

            2.-Sí, pero ahora no; será después en su momento oportuno.

            3.-Sí, pero espera, que estoy buscando algo mejor, a lo que me estás pidiendo...

            Necesito mis manos libres, para poder manifestarte mis bendiciones. No me ates las manos con tus absurdas preocupaciones.

            Satanás quiere que te frustres, que te sientas triste, quiere quitarte la paz.

            Confía en mí, descansa en mí, entrégate a mí.

            Yo hago milagros en la medida, en que tú te abandonas a mí y de acuerdo a la fe, que tienes.

            Así que, no te preocupes, dame tus problemas, tus frustraciones y duerme en paz…

 

            Y dime siempre, sin cansarte nunca:

 

¡JESÚS, YO CONFÍO EN TI!

 

y verás grandes milagros…

 

            Te lo prometo con todo mi amor. JESÚS

-  11 -

 

CRISIS ACTUAL Y RESPUESTA DE DIOS…

 

 

            Señor, en menos de treinta años, nos ha sacudido una crisis, que nos ha cogido a todos con el pie cambiado…

            Nadie se esperaba tanto cambio…

            Nadie podía sospechar el cambio, que hoy vivimos en el sentido de la vida, en la estructura de la Sociedad, en la Iglesia, en la Política internacional, en la familia, en el sexo, en el tema de la maternidad, del puesto de la mujer en el mundo laboral, de la revolución digital en la Enseñanza y las Empresas…

            La aldea global es una realidad, jamás sospechada, que hoy vivimos a través de Internet…

            Y para más “INRI”, un atraso, inversamente proporcional, en el terreno de los valores humanos, frente a tanto progreso…

            Hemos perdido el respeto a la vida de los más débiles, los niños y los ancianos…

            Hemos exaltado el egoísmo, bajo la bandera de la libertad, hasta límites insospechados.

            Se busca la felicidad en el solo placer, en el dinero, en el éxito personal, caiga quien caiga, en el consumismo, en la droga,…

            El alcohol con sexo, se han convertido en el destino del fin de semana, para la mayoría de los jóvenes…

            Se han perdido los valores de referencia importantes…Se navega a la deriva y sin sentido…

            Sólo cuando llegan los grandes retos de la vida, como el dolor, la enfermedad y la muerte, surgen la desesperación y el caos final, con el suicidio como respuesta, v. gr. Luís Xirinac, el caso más sonado de estos días.

 

            Es todo un mundo creado, sin base ni fundamento serio…

            Todo se viene abajo a la primera prueba.

 

            Frente a todo esto, Señor, ¿qué me puedes decir?:

 

            -Que Yo sigo siendo el camino, la verdad y la vida…

 

            En mi camino no hay caos...Hay sentido.

 

            -Yo soy la sal de la Tierra…

 

            Sin mi, el mundo se ha vuelto insípido y aburrido…Un caos, en descomposición.

 

            -Yo soy la luz, que ilumina a todo hombre…

 

            Conmigo no hay ojos desencajados ni tristes…

 

            Hoy parece que, hasta los jóvenes, han perdido el brillo alegre de sus ojos…

 

            -Yo soy el pan bajado del Cielo…

 

            El único que puede saciar tu hambre de felicidad...

 

            -Yo soy la Resurrección y la vida…

 

            El único que da un sentido a la muerte y a la vida.

 

            ¡Gracias, Señor, por este rato de vivencias e inquietudes!...

            Con clara solución… Sólo contigo.

-  12 -

 

 

 CRISTO MUDO Y ERMITAÑO

 

 

            Cuenta una antigua leyenda del Camino Norte, acerca de un hombre llamado Haakon, quien cuidaba de una Ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción.

            En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acudían allí, para pedirle a Cristo algún milagro.

            Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor a Cristo crucificado, impulsado por un sentimiento generoso.

            Se arrodilló ante la cruz y dijo:

            -Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz…

            Y se quedó fijo, con la mirada puesta en la Estatua, como esperando la respuesta.

            El Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras:

             -Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición.

             -¿Cuál, Señor?

            Preguntó con acento suplicante Haakon.

            - ¡Es una condición difícil!

            - Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor,   respondió el viejo ermitaño.

            - Escucha:

Suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre.

            Haakon contesto:

             -¡Os, lo prometo, Señor!

              Y se efectuó el cambio.

 

            Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz y a su vez el Señor ocupaba el puesto de Haakon.

            Y éste por largo tiempo cumplió el compromiso al pie de la letra, a nadie dijo nada. Pero un día, llegó un comerciante rico a la ermita; después de haber orado, dejo allí olvidada su bolsa de dinero.

            Haakon lo vio y calló. Tampoco dijo nada cuando un campesino pobre, que vino dos horas después, encontró la bolsa de oro del comerciante y, al verla sin dueño, se apropió de ella.

            Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante Él, poco después, para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje.

            Pero en ese momento volvió a entrar el comerciante en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado.

            El rico se volvió al joven y le dijo iracundo:

            - ¡Dame la bolsa, que me has robado!

            El joven sorprendido, replicó:

            - ¡No he robado ninguna bolsa!

            - ¡No mientas, devuélvemela, enseguida!

            - ¡Le repito que no he cogido ninguna bolsa!

Fue tan rotunda la afirmación del muchacho, que el rico arremetió, furioso contra el.

            Sonó entonces una voz fuerte: - ¡Detente!

            El rico miro hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó, defendió al joven, e increpó al rico por la falsa acusación.

            Este quedó anonadado, y salió de la Ermita. El joven salió también, porque tenía prisa para emprender su viaje.

Cuando la Ermita quedó a solas, Cristo se dirigió a su siervo y le dijo:

 

            - Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio.

            - Señor, dijo Haakon, ¿cómo iba a permitir esa injusticia?

            Se cambiaron los oficios. Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño se quedó ante la Cruz.

            El Señor, siguió hablando:

             Tú no sabías, que al comerciante le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una doncella.

            El campesino, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje, que para él resultaría fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida.

            Tu no sabias nada… Yo sí. Por eso escucho las plegarias y callo. Y el Señor, nuevamente, guardó silencio…

            Muchas veces nos preguntamos: ¿Por qué razón Dios no nos contesta?

            ¿Por qué razón se queda callado Dios ante nuestras plegarias?

 

            Muchos de nosotros quisiéramos, que El nos respondiera, lo que deseamos oír, pero Dios no es así.

 

            Dios nos responde, muchas veces, con el silencio. Debemos aprender a escucharlo…

 

            Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, El sabe lo que está haciendo.

 

            En su silencio nos dice con amor: Confiad en mí, ¡porque sé muy bien lo que debo hacer!

 

 

VIVENCIAS DESDE EL SILENCIO

 

 

¡Me encuentro perplejo ante tanto silencio y qué silencio!

 

Me siento y sigo siendo un aprendiz del silencio.

 

Nunca vi más elocuente un silencio, como éste de Cristo en la cruz...

 

Solamente, te recordaba, Señor, en silencio profundo, ante Pilatos y Herodes.

 

En general, en toda la Pasión…

 

Es verdad, que también guardabas silencio ante la

 

incomprensión de tus discípulos, ante las malas entendederas 

 

de los Fariseos, ante los verdugos de la mujer adúltera…

 

Buscabas el silencio de la noche en la montaña, para orar…

 

Tu drama, tu gran tragedia, te la tragaste en silencio, en

 

Getsemaní, compartida sólo con tu Padre.

 

¿Qué tendrá el silencio, cuando se le ha llegado a llamar 

 

 lenguaje de Dios?...

 

 ¡Palabra de Dios!

 

-  13 -

 

CRISTO, SENTADO JUNTO A MÍ

 

 

 

            Imaginarme al Señor sentado junto a mí:

 

Por ejemplo, mirar una silla vacía y pensar que El está ahí, delante de mi, cercano a mi, mirándome...

 

            O a los dos, vernos, de pie en el brocal del Pozo de Jacob, en Nablus (Samaría)…

 

            O sentado y apoyado, como respaldo, en la pared de una Ermita de campo, de los campos de Castilla…

 

            Como la de Yecla, la Vieja; la de San Pedro, en Hinojosa del Duero; la ermita de la Virgen de la Yedra, en Ledrada o junto al pedestal de la Virgen del Miradouro, de los Poiales (Portugal)…etc…etc…

 

            Me gustan las ermitas, que pueblan nuestros los

Campos de Castilla y sobre todo, nuestro Campo Charro, que conozco mejor…Todas rezuman silencio y paz…

 

            Así, en estos sitios de silencio, hablarle al Señor en voz baja…

 

            Mejor sin voz, en silencio, con lenguaje del corazón...

 

            Narrarle los acontecimientos vividos durante el día.

 

            Y sobre todo, escucharle…

 

            Pensar es hablar de uno mismo, en el mejor de los casos.

 

            Orar es hablar con Dios, es escuchar a Dios…

 

            Jean Lafrance dice: Cuanto más se avanza en la vida de oración, más se penetra en el misterio del Silencio de Dios.

 

            En frase de Charles de Foucauld: Cuando se ama, más que hablar, se desea contemplar incesantemente a la persona amada. En esto consiste la oración...

 

            En la oración, dice Maximiliano Mc Kolbe, conocemos nuestro puesto en presencia de Dios: Quién es Dios y quienes somos nosotros...

 

            Santa Teresa de Calcuta nos revela, que la oración es el secreto de su vida...En ella trato de comprender de que no necesito más, que la presencia de Dios...

 

            El método más rápido, para experimentar la presencia

 

del Señor en mi vida es, mantener a Cristo a mi vera y escucharle...

 

            Así lo recomendaba Santa Teresa a sus monjas…

 

            Me uno a la Santa de Ávila y disfruto de su consejo…

 

            Te siento, Señor, a mi vera...Siento el arrimo de tu presencia, junto a mí... Y me quedo, como un eterno aprendiz de cristiano, a la escucha de tu deseo más leve...

 

-14-

 

 

CUANDO ME MIRO AL CORAZÓN

 

 

 

            Te encuentro sentado, a la vera del pozo de Jacob, esperándome.

 

            Y yo, a la puerta de la tienda, en el Encinar de Mambré, esperándote…

 

            Me dices:

 

            Que existes por mí y para mí.

 

            Que me amas, que eres mi amigo.

 

            Que soy lo más importante de toda la Creación para Ti.

 

            Que tienes una obsesión, que te preocupa:

 

¡Que estás enamorado de mí!

 

            Que me llenas de Luz, de tu Luz, de tu Cielo, de ese cielo que eres Tu.

 

            Que me habitas, que soy tu casa, tu hogar preferido, donde, de verdad, descansas…

 

            Que me llenas de tus sentimientos, de tu bondad, ternura, gratitud y amor.

 

            Que me cambias, me quieres cambiar, desde mis raíces…

            En tu piel, en tus ideas, en tu Corazón.

 

            Te siento dándome un sentido a la vida,

 

            a este día concreto, que empiezo aquí y ahora.

 

            Te siento dándome esta vida, que bulle en mis venas;

 

            esta salud, que hace saltar mi cuerpo de alegría,

 

            este gozo de verme vivo y amigo tuyo; de ser

 

            Tuyo, sólo tuyo, siempre tuyo...

 

Y para siempre...

 

¡Gracias por todo, Señor!...

 

 

                                               Salamanca - 11-08-99

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-15-

 

 

DESDE TODA LA ETERNIDAD, YO TE AMÉ

 

 

 

            Hoy he sentido que todo lo que soy y tengo, me viene de Ti, Señor…Que Tú eres mi origen.

 

            Verdaderamente, tengo un origen “lontano”,

 

tan lejano, que se pierde en la noche de los tiempos.

 

            Tu comienzo está en mi Mente de Dios, como Creador y sobre todo, como Padre…

 

            Desde toda la eternidad, Yo pensé en ti, te tuve en mi mente, con tu nombre y apellidos, ¡que también me suenan!

 

            Desde toda la eternidad, te tengo escrito en la palma de mis manos y ni un solo día he dejado de tenerte presente en mi mente y corazón.

 

            Desde toda la eternidad, soñé contigo, esperé la llegada de los tiempos, de tu tiempo oportuno,

 

para escoger tú pueblo, tu familia, tus padres, abuelos, tíos, primos y hermanos…

 

            Desde toda la eternidad estuve al tanto de tus cosas y de las cosas de los tuyos,

 

porque te amé de una manera especial y única…

 

            Desde toda la eternidad te amé, como un Padre y siempre te sentí, como un hijo de mis entrañas.

 

            Desde toda la eternidad busqué tu mirada, tus ojos, tu corazón para llenarles de mis dones…

 

            Desde toda la eternidad te soñé, como a mi Hijo, Jesús,

 

para que, como El, pasaras haciendo el bien…

 

            Desde toda la eternidad pensé en darte y te di los

 

mismos poderes que a mi Hijo, Primogénito.

 

            Luego respeté tu voluntad y la sigo respetando, viendo

 

cómo vives, en silencio, tu Sacerdocio y mi Sacerdocio…

 

            Sólo deseo que sigas dando a los demás lo mucho que Yo te di…

 

            Todo te lo entregué como semilla,

 

no para ser guardada, si no para ser sembrada…

 

Nada es tuyo.

 

¡Gracias, Señor…Muchas Gracias!

 

 

                                                           Salamanca  - 23- X- 06

 

 

-16-

 

 

HOY HE  VISTO TUS DETALLES...

 

 

            Hago, como siempre, el Programa Básico de relax…

           

            Y desde aquí, me dejo interpelar…

 

 

VIVENCIAS   DESDE  EL SILENCIO

 

 

            Hoy he visto muchos detalles de Dios…

 

            Ya, después de la Comunión, cuando la Misa se había acabado, se me acercó el Párroco y me pidió oraciones por unas necesidades muy concretas…El también me ofreció las suyas y como despedida me pasó la mano por la espalda, con un calor y suavidad, que no venían más que de él, del Cielo…

¡Gracias, Señor!

            Cae en la cuenta, cómo hice todo el Universo para que fuera tu casa, tu primera casa…

            Piensa  que  hice el Sol, para iluminar tus días y darte  el calor, que necesita tu vida…

            Piensa cómo fabriqué oxígeno, durante millones de siglos, para que tú, hoy, lo respires…

            Cae en la cuenta cómo hice los colores de los campos y de las flores, para que hoy fueran tu gozo.

            Piensa  que  hice los mares, los ríos, las fuentes para  calmar  tu sed y dar vida a los campos.

            Piensa  que hice todos los frutos, todos los animales, todos los seres, para  ti,  para  que disfrutaras de ellos…

            Cae en la cuenta, que no hice las cosas por el mero capricho de hacerlas, si no porque te amo.

            Piensa que si sale un pensamiento bueno de tu cabeza,

Alguien, mi Mente, te lo puso en ella, porque te amo.

            Cae en la cuenta, que si tienes fuerzas, para hacer el bien, es porque yo estoy a tu lado, para  ayudarte…

            Piensa que todo lo bueno, que rebosa en la vida de los Santos, son gotitas de mi amor,  por ti y para ti…

            Cae  en la cuenta, que todo el progreso, que te rodea no es una chiripa del Caos, si no un pequeño avance de mi amor.

            Piensa que todo  gozo, toda satisfacción auténtica, viene de Mi, que Yo soy el Manantial de toda Dicha y todo Bien…

            Cae en la cuenta, que todo Bien viene de arriba, de un Corazón, que como Padre te ha amado y ama desde toda la Eternidad y  para toda la Eternidad…

            Todo lo he  creado  por ti  y para ti: el día, la noche, el sol, la luna, los animales, la naturaleza, las flores, las plantas…

            Y todo ha sido creado por amor, pensando en ti, hijo mío, desde siempre y desde toda la Eternidad.

 

            Estos son mis detalles, que te los doy, sin  más…

 

Solo porque te amo...Sin pensar en los tuyos…

           

            Pero quiero que sepas, que también a un Padre, le

 

gustan  los pequeños  detalles  de  un hijo, aunque para ti

 

no signifiquen nada.

 

 

Salamanca, 6-06-06

 

 

-17-

 

 

DIOS,  MI  REINO  Y  MI REY

 

 

 

            Cuando vengas a hablar conmigo, no toques las campanas…No hace falta, que se entere todo el mundo…

            Me gusta el silencio y la soledad de los dos…No necesitamos testigos…Los dos, a solas,  nos bastamos.

            Debes mirar los deseos del corazón…

¿Por dónde andan? ¿Deseas otra cosa, que no sea Yo? ¿Necesitas a Alguien, que no sea Yo?

           Recuerda aquel pasaje del Evangelio: Mateo, 6, 7-15…

¿Pides por el Reino?  “Venga a nosotros tu Reino”

No hay más Reino ni más Rey, que Yo.

            Mi Reino es la Comunidad, formada por mi Hijo, Predilecto, Jesús, como cabeza y todos los demás seres creados creyentes, reales o en potencia, como miembros del mismo cuerpo…

            Mi Reino es la realización de mi gran sueño, como Creador y Padre, de tener en mí casa a todos mis hijos, unidos en la misma fe y en los mismos sentimientos, formando un mismo cuerpo en Cristo, Jesús…

            Quiero que vivas esta hermosa realidad, cada día, cada momento, cada instante…Yo, tu Dios, tu Reino y tu Rey…

Con la  Capital del Reino y mi Trono en lo más profundo de tu Corazón…

            Que tu corazón no busque más Reinos, ni más herencias, ni más apoyos, que el mío…

            Que tu corazón encuentre su quietud en el remanso del mío…

 

.           Que tu corazón solo sueñe en un  Paraíso, donde   Yo  sea  tu plenitud  y tu descanso…

            Quiero ser tu Cielo, tu omega final, porque el Cielo está, donde Yo estoy…No hay otro…No busques otro…

 

            Lo sabes por experiencia:

 

            ¿Cuándo has sido, realmente, feliz en los años de tu inquieta vida?... Son aquellos en que hemos vivido los dos, más cercanos y  unidos, que nunca…En todo…

 

            Conmigo va la alegría, la paz, el sentido y plenitud de la vida, va el amor limpio y desprendido…

 

            Conmigo va la amistad, que no te ha fallado nunca,

la compañía del mejor amigo…

 

            Conmigo va la transparencia de la verdad, de la justicia, la Paz y la concordia...

 

            Conmigo va todo lo noble, todo lo bello y  grande,

que duerme en el Corazón de Dios…

 

            Conmigo va mi deseo más entrañable:

 

El hacerte feliz aquí y en la casa del Padre,

 

por todas las perpetuas eternidades…

 

 

           

Salamanca,   Martes, 27 de febrero de 2007

 

 

- 18 -

 

 

DIOS  ME  REVELA  A  SU  HIJO

 

 

            .Hoy, Señor,  te he sentido como mi  Padre-Dios, que me quiere de verdad, que no quieres, que me  ande por las ramas, que hoy quieres decirme algo importante…

            Incluso, que lo más importante de tu papel, como Dios, desde toda la Eternidad, es revelar a tu Hijo Unigénito, darlo a conocer, abrir este gran misterio al hombre y en la intimidad del hombre…

            La oración, las obras buenas,  todo lo que hacemos,  sin esta revelación, son paja inútil, que solo sirve para el fuego…Lo importante es  la revelación del misterio…

            Entonces me digo: Tu gran obra, como Dios, es la Revelación del Hijo en mi, dentro de mi, en la intimidad de mi corazón, visto y experimentado con los ojos de la fe, con la luz que me viene de lo alto…Con la fuerza de tu Espíritu…Y con la firma de todo un Dios…(Colos. 1,27)

            Tu gran obra es el encuentro vivo del hombre con un Cristo Vencedor, Triunfante y Resucitado…Visto, oído y sentido, como un ser real y eterno, que pisa, por igual, las dos orillas de la Trascendencia y todo,  como  pura gracia…Sólo para los sencillos y para  quienes Tú se  lo quieras revelar…

            Es el misterio oculto durante miles de millones de siglos…Revelación…Quitar el velo de lo oculto…Quitar lo oscuro del Misterio…

            Revelación de un Cristo, sentido como vida,  como mi vivir, mi respiración, mi aliento, mi ser y mi esencia vital…

            Ya mi vivir, no es mío, no soy yo, es Cristo, que vive en mi…Mi vivir es Cristo. (Colos. 3,4).

            Y basura todo lo demás…

            ¡Me dejo empapar del lenguaje paulino!

            Te he dejado el timón de mi vida, me he dejado seducir por Ti y no quiero otra cosa, que no seas Tú, que no sean tus ideas, tú forma de ser, tu vida, tus sentimientos, tú Revelación  en mí de un Cristo, Todo  en todos… (Colos. 3,11)…

            Que ya no haya en mi otro enfoque, otro valor humano que lo pueda superar ni ensombrecer. Que mi valor Supremo, entre todos los hombres, seas Tú…Que mi Criterio fundamental seas Tu… Tu entre todos, por encima de todos, Tu, el primero de todos, Mi alfa y mi omega…Pero también, mi Cristo Revelado, como el Todo en todo, en todo lo creado y en toda la Creación…

            ¡Todo fue hecho por Ti, en Ti y Contigo!…Tu eres el Dueño y Señor de la Creación…También  el mío.

            Sentir, Señor, la revelación de tu Hijo en mi, dentro de mi…Como mi vida, como mi vivir…Sentir  a  Cristo, como el Todo entre todos, por encima de todos, más importante que todos…Sentir a  Cristo, finalmente,  como el Todo en todo, en todas las cosas, como en el Todo de la Creación entera y la Creación entera en  El…

            Esta es tu gran obra, Señor,  no la dejes incompleta…

            Soy  todavía un niño, que necesita de tu mano para poder dar algún paso serio en el camino de la maduración interior. ¡Todo lo espero de Ti, hasta mi propia esperanza!

En tus manos lo pongo y lo dejo todo...

HAZ LO QUE TU CORAZÓN TE DIGA, DEJA OBRAR A TU CORAZÓN…

P/D. Caigo en la cuenta, en este momento, que  lo principal de la experiencia de Pablo en Damasco, no es la ceguera ni la caída del caballo, si no la experiencia personal con Cristo, vivo y resucitado, como puede leerse en Hechos, 9 y  Gálatas, 1…

¡Es la experiencia, que yo necesito!

 

Salamanca,  Martes, 27 de marzo de 2007